De acuerdo con diversos reportes dados a conocer recientemente, la Armada de Estados Unidos (US Navy) se encontraría retrasada en la reincorporación de uno de sus portaaviones clase Nimitz debido a importantes daños que se han detectados durante los trabajos de reacondicionamiento en las turbinas de vapor que equipan al buque. En primer lugar, se trataría del USS John C. Stennis (CVN-74), el cual presenta demoras en su proceso de mantenimiento y reacondicionamiento; y, por el otro lado, el USS George Washington (CVN-73), que a pesar de estar operando, superó un dilatado proceso de mantenimiento por la misma razón. Cabe aclarar que las dos unidades estuvieron afectadas en los trabajos de revisión de mitad de vida y reabastecimiento de combustible de sus reactores nucleares. 

Según un comunicado oficial, el paquete de trabajo, inspecciones y reacondicionamiento de rutina de las ocho turbinas (cuatro por buque) ha encontrado daños significativos en los generadores después de que arribaran al astillero Newport News Shipbuilding de HII para su mantenimiento programado, lo cual dio lugar a trabajos no planificados originalmente y a la extensiones de fecha de entrega de las mismas. 

Cabe aclarar que estas comprobaciones programadas son cada cuatro años, pero a pesar de ello, el Stennis tardó cinco y medio. Por un lado, este había comenzado su recorrido de media vida en el año 2021 y, según recientes, declaraciones, se esperaba que finalizará a mediados del mes de agosto del 2025. Se estimó que el trabajo llevaría 14 meses más para completar la verificación de mitad de vida del Stennis debido al trabajo adicional.

En cuanto al USS George Washington, su revisión de media vida tardó seis años en realizarse, habiendo partido del astillero el pasado mes de mayo con rumbo hacia Japón para remplazar al USS Ronald Reagan. Durante su recorrido hacia el puerto, el portaaviones participó en varias ejercitaciones navales con países de Sudamérica bajo el nombre de Southern Seas 2024, la cual ya se encuentra cerca de finalizar.

Las turbinas afectadas son las encargadas del vapor producido por el calor de los reactores atómicos y convertirlo tanto en energía mecánica para impulsar el portaaviones como en electricidad para los sistemas del buque.  Las turbinas, instaladas originalmente en los buques hace más de 30 años, fueron diseñadas para durar toda la vida útil del portaaviones.

Cabe recalcar que este aumento de trabajo y retrasos en la entrega también implicará que se retrase la disponibilidad de los portaaviones de la Armada estadounidense y la presencia de los mismos en zona donde se los necesite.

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