Luego de cinco años sin la realización alguna de conmemoraciones que honren tanto al patriotismo como a nuestros héroes militares, finalmente el Día de la Independencia retorna a sus celebraciones correspondientes con un Desfile Militar que contó con la presencia de miles de efectivos y sistemas de armas de las tres Fuerzas Armadas, además de la participación de las Fuerzas de Seguridad federales y la Policía de la Ciudad. La retirada de Mauricio Macri de la Casa Rosada marcó el fin de los Desfiles Militares durante el período de presidencia de Alberto Fernández que, a pesar de atravesar dos años de pandemia por COVID-19 donde cualquier relización de celebraciones eran mal vistas, la ausencia destacó en sus dos años restantes.
El Desfile contó con la presencia del Presidente de la Nación, Javier Milei; la Vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel; el Jefe de Estado Mayor Conjunto, Brigadier General Xavier Isaac; Jefe del Estado Mayor del Ejército, General de Brigada Carlos Alberto Presti; de la Fuerza Aérea, Brigadier General Fernando Luis Mengo; y de la Armada, el Contraalmirante Carlos María Allievi. Así como también, diversos funcionarios del Minsiterio de Defensa; Gobierno de la Ciudad; entre otros.
Numerosos rumores trataban acerca de la utilización del Desfile de manera partidaria, lo cual no sucedió. Y, a pesar de la pronunciación de la oposición en pos de una supuesta conmemoración a épocas pasadas o acerca de los gastos del Gobierno para la realización del acto, la celebración fue de lo más emocionante para cada uno de los civiles que fue a presenciarlo a Avenida del Libertador. Un detalle no menor, fue el agradecimiento a viva voz de los Veteranos de Malvinas presentes en el Desfile: los mismos referían a que, desde 1982, no habían sido invitados a una celebración de tal magnitud casi todos ellos -en tiempos pasados, sólo eran un número reducido los participantes-.
¿Marca esto un retorno a la correcta conmemoración de los protagnositas de casi todas nuestras fechas patrias? Desde la asunción de la nueva Plana Mayor, el horizonte de las Fuerzas Armadas parece apreciar ciertos tintes de cambios positivos. No sólo se trata de elogios o de desfiles militares, sino que también de adquisición de nuevas capacidades para la Defensa. Y así lo remarcó en su momento el Contraalmirante Carlos Allievi en la pasada entrevista brindada a Zona Militar: refiriéndose únicamente a la Armada Argentina, el objetivo principal es impulsar las nuevas adquisiciones para el reequipamiento de la misma. Podemos asumir, que claramente se encuentra en concordancia con la Fuerza Aérea y el Ejército Argentino, las cuales poseen sus propios proyectos de público conocimiento. Pero es propicio destacar, que el acompañamiento tanto de la sociedad como del poder oficialista (más allá de lo protocolarmente correcto), podría allanar el camino hacia el cumplimiento de dichos proyectos. En un contexto económico delicado, y sin el acompañamiento Ejecutivo, ninguna Fuerza Armada podría pasar desapercibida al momento de la compra de sistemas de armas sin generar incomodidades. Y como no olvidar la simpática -o polémica- acción tanto del Presidente como de la Vicepresidente festejando en un VC TAM 2C-2A acompañando parte del recorrido del Desfile junto al Ejército Argentino. ¿Puede eso considerarse como únicamente un acto de simpatía del momento? ¿O finalmente estaremos frente a un gobierno que marque un antes y un después en el futuro de las FF.AA.? No hay que precipitarse. La respuesta a ambas preguntas generales, no pueden ser respondidas a tan sólo 7 meses de iniciado el año, pero se espera atentamente a una próspera gestión para el ámbito de la Defensa.
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