El portavoz de la Armada de Ucrania afirmó en el día de ayer que el último buque de la Flota del Mar Negro de Rusia abandonó la península de Crimea el pasado 15 de julio. El repliegue obligado se debió a la extensa campaña de las Fuerzas Armadas ucranianas para hostigar y destruir los medios de la Armada Rusa en el mencionado territorio ocupado desde 2014.
Dmytro Pletenchuk, portavoz de la Armada, confirmó al portal The Kyiv Independent la retirada de la última unidad naval. En su cuenta de Facebook, Pletenchuk expresó que “…El último patrullero de la Flota rusa del Mar Negro acaba de abandonar nuestra Crimea. Recuerden este día…”.
En cuanto al reciente repliegue, el portavoz de la Armada ucraniana explicó que “…Dado que ellos (Rusia) no han podido patrullar durante un tiempo, el vector de movimiento… Podemos suponer que se trata de una transición entre bases…(Este movimiento) indica que los rusos entienden que deben abandonar Crimea. Al menos (sus) barcos…”.
La Flota del Mar Negro ha sido uno de los principales objetivos de las Fuerzas Armadas ucranianas en su campaña para degradar la presencia de las fuerzas de ocupación rusas en la península de Crimea. La Armada Rusa no solo se vio obligada a abandonar espacios marítimos que había logrado controlar desde febrero del 2022, sino que fue sufriendo una lenta pero constante destrucción de su infraestructura y medios.
Para hostigar a la Flota del Mar Negro, Ucrania hizo uso de una gran variedad de medios: desde misiles anti-buque lanzados desde tierra, pasando por ataques de saturación con drones aéreos y navales, a ataques con misiles crucero Storm Shadow y SCALP EG. También se ejecutaron golpes de mano con unidades de operaciones especiales.
Entre las pérdidas más resonantes de la Flota del Mar Negro figuran el crucero Moskvá, buque insignia de la clase Slava; el submarino Rostov del Don de la clase Proyecto 636.3 / Kilo mejorado; las corbetas Samujm y Askold; los buques de desembarco Caesar Kunikov, Novocherkassk, Saratov y el Minsk; así como otros buques menores y de apoyo. También se debe sumar un listado extenso de buques dañados, muchos de los cuales quedaron fuera de combate.
Uno de los medios más destacados utilizado por Ucrania han sido los drones navales, particularmente la familia MAGURA (Maritime Autonomous Guard Unmanned Robotic Apparatus ). Su última versión es el resultado de constantes esfuerzos ucranianos en I+D en materia de vehículos navales no tripulados. La iniciativa logró materializar diversas variantes y modelos, los cuales fueron mejorando sus capacidades y performances en base a las experiencias en combate.
Los drones navales son un dolor de cabeza para las fuerzas rusas en el Mar Negro gracias al accionar del Grupo 13 del GUR, unidad que asegura haber destruido más de media docena de buques de guerra enemigos, entre ellos el “Ivanovets”, el patrullero “Serhii Kotov”, la fragata “Almirante Makarov”, el buque de desembarco Caesar Kunikov, entre otros.
Conforme a los datos que manejan las Fuerzas Armadas de Ucrania, desde el inicio de la invasión del 2022 se ha golpeado repetidamente los buques de Rusia al punto de que “…alrededor del 30% de la flota rusa del Mar Negro está perdida o inutilizada…”.
Imagen de portada ilustrativa.
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El que pierde paga los daños de guerra como le paso a Alemania con el tratado de Versalles
pues entonces que Rusia deje de atacar a Ucrania así no tienen que pagar más tarde.