Desde su ingreso a la OTAN, las Fuerzas Armadas de Finlandia y Suecia han dado pasos acelerados para integrarse rápidamente en la estructura de defensa colectiva de la Alianza Atlántica. Esto se evidencia en la participación de las Fuerzas Aéreas de ambos países en diversos escenarios, como es el caso de los F/A-18 finlandeses en Rumania, que realizan Misiones de Policía Aérea. Sin embargo, uno de los hechos más recientes tuvo lugar más cerca de sus fronteras, cuando aviones Gripen suecos y finlandeses interceptaron a dos cazas Su-30 de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas (VKS).
El hecho registrado el 16 de julio tuvo lugar cuando el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas, ubicado en la ciudad de Uedem, Alemania, detectó la presencia de dos aeronaves rusas que volaban en aguas internacionales sin plan de vuelo coordinado con las autoridades civiles de control de tráfico aéreo.
La detección provocó la puesta en marcha del protocolo de alerta y respuesta rápida de la OTAN, que recayó en las Fuerzas Aéreas de sus miembros más recientes, Suecia y Finlandia. Estas desplegaron cazas F/A-18 Hornet y Gripen para interceptar los aviones. Al llegar a la zona, confirmaron la presencia de una pareja de Sukhoi Su-30 de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, que habían despegado desde Kaliningrado con destino a San Petersburgo.
Este nuevo episodio se suma a otros registrados en los últimos tiempos entre las fuerzas de la OTAN y las Fuerzas Armadas de Rusia, protagonizados tanto por aviones de combate como por submarinos. Así lo demuestran las interceptaciones de aviones MiG-29KR y Su-30SM2 de la Aviación Naval de la Armada Rusa por parte de Eurofighter de la Fuerza Aérea de Alemania, como la detección de un submarino de ataque clase Kilo II realizada por un P-3C Orion de la Fuerza Aérea de Portugal.
La realidad muestra que, desde el ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN, prácticamente Kaliningrado, el enclave ruso en la región del Báltico, ha quedado rodeado de países pertenecientes a la Alianza Atlántica; idéntica situación en la cual se encuentra la ciudad de San Petersburgo, quedando únicamente como una salida “limpia” al mar la ciudad de Múrmansk, uno de los asientos de la Flota del Norte de la Armada Rusa.
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