En el día de ayer, 20 de julio buques de las Armadas de Rusia y de China finalizaron el Ejercicio Naval Combinado “Joint Sea 2024“, que tuvo como finalidad incrementar el entrenamiento y preparación de las tripulaciones y medios contra objetivos marítimos, costeros y aéreos en el Mar de la China Meridional. La actividad militar bilateral, había comenzado el 12 de julio con una fase en puerto cerca de la localidad de Zhanjiang, y fue seguida por la fase de mar el 15 de julio. 

Durante los días, efectivos y medios de ambas de ambas armadas realizaron ejercitaciones en escenarios de guerra antisubmarina y y antisuperficie, así como defensa de un grupo de buques frente a amenazas aéreas y escolta de convoyes marítimos. Asimismo, realizaron prácticas combinadas de búsqueda y salvamento marítimos en alta mar, la cual se realizó a la altura de la ciudad Zhanjiang.

En cuanto a los buques participantes, la Armada de Rusia envió las corbetas Rezkiy y Gromkiy de la Flota del Pacífico para participar en el ejercicio, mientras que la Armada del Ejército de Liberación Popular de China (PLAN) envió al destructor Yinchuan, la fragata Hengshui y el buque de aprovisionamiento Weishanhu.

Según el medio Global Times durante el día miércoles el destructor Nanning y la corbeta rusa Gromkiy tuvieron la tarea de interceptar ataques con misiles antibuques de alta velocidad simulados a través de vehículos aéreos no tripulados como objetivos, registrando el lanzamiento de un misil antiaéreo por parte del buque chino, mientras que, al mismo tiempo, el Gromkiy, a varias millas náuticas, empleaba su cañon principal para neutralizar la amenaza.

Desde 2012, la serie de ejercicios Joint Sea se ha convertido en un elemento clave para profundizar la cooperación naval a nivel militar entre China y Rusia. A lo largo de los años, ambos países buscaron mejorar el alcance e interoperatividad en operaciones militares combinadas marítimas y las capacidades para enfrentar conjuntamente a las amenazas. Estos esfuerzos ha sido señalados por los expertos como una respuesta a otros ejercicios combinados realizados por Estados Unidos y otros países en la zona, teniendo en cuenta las recientes tensiones en el Mar Meridional de China con Filipinas, país contrario a las reclamaciones de China en la islas y arrecifes de la región. 

Si bien ya ocurrido en diversas oportunidades, esta no es la primera ocasión en que se usa la presencia de medios navales para demostrar el poderío y la fuerza combinada. Este ejercicio entre las Armadas China y Rusia no solo acaparó la atención de los medios y países, que también puso sobre la mesa la idea de las relaciones que se han tejido y cómo se han reforzado a lo largo de los años con la región Asia pacífico cómo principal escenario de disputas.

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