En pleno proceso de selección de su futuro avión de combate multi-rol, la Real Fuerza Aérea Malaya estaría por realizar una apuesta arriesgada con una potencial adquisición del caza de quinta generación Su-57. La Fuerza aún continúa evaluando opciones para su programa MRCA, entre ellos el bimotor furtivo de Sukhoi y el KAI KF-21 Boramae coreano.

Diversos analistas coinciden que el Sukhoi Su-57 es una arriesgada apuesta para la Real Fuerza Aérea Malaya, ya que el caza ruso de quinta generación aún se encuentra lejos de ser considerado un sistema de armas maduro. Rusia no solo no ha logrado traccionar una producción en serie en grandes cantidades, sino que el bimotor furtivo tampoco ha conseguido atraer el interés de otras Fuerzas.

Actualmente, solo las Fuerzas Aeroespaciales rusas operan una reducida flota de Su-57, totalizando apenas una veintena de ejemplares. Vale recordar que el primer prototipo, el T-50, voló por primera vez en enero del 2010. Casi una década después, las primeras unidades de serie del caza de quinta generación entrarían en servicio operacional. Desde entonces, los bimotores furtivos de Sukhoi han participado en acciones de combate en Ucrania, sufriendo algunas pérdidas en tierra.

Otro aspecto negativo del Su-57 son las sanciones que pesan sobre Rusia y todo su complejo industrial, lo que podría ocasionar problemas a Malasia con países occidentales. También se teme que, ante una potencial compra, las sanciones, sumado a problemas que arrastra la industria aeroespacial rusa, terminen por resultar en una costosa aventura.

Vale recordar que el complejo industrial aeronáutico ruso ha sufrido considerables cuellos de botella para garantizar la entrega de aeronaves, componentes y repuestos, situación que ha impactado directamente en la disponibilidad de los usuarios. La Real Fuerza Aérea Malaya no fue y tampoco ajena a este problema, ya que sufrió lo sufrió en carne propia con sus MiG-29N.

Más cerca en el tiempo, desde Malasia también han manifestado descontento por la baja disponibilidad de sus cazas Su-30MKM, flota que sufre serias dificultades a la hora de operar atento las restricciones que rigen sobre el material ruso. En febrero de este año, la situación de la Fuerza Aérea malaya era crítica, al punto tal que “…en algún momento del futuro, es posible que no quede (Su-30Mkm) casi ningún volando…” detalló el portal Defense News, citando a un piloto malayo del caza de origen ruso.

Estas experiencias con material proveniente de Rusia, sumado a un contexto mundial que no resulta favorable para Moscú, deberían inclinar la balanza para otros candidatos, como es el caso del caza de 4.5 generación KF-21 Boramae, modelo para el cual ya se inició su producción en serie.

En relación al Boramae, Korea Aerospace Industries y el gobierno de Corea del Sur ya formalizaron un acuerdo para la compra de 20 unidades del KF-21, previendo que las entregas de este lote se extenderán hasta el año 2027. Desde la Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa esperan adjudicar en 2025 un segundo contrato por un lote de 20 aeronaves. En total, la Fuerza Aérea de la República de Corea mantiene un requerimiento por 120 KF-21, 40 de los cuales se entregarán entre 2026 y 2028, y los 80 remanentes hasta el 2032.

La opción coreana corre con cierta ventaja, ya que la Real Fuerza Aérea Malaya adquirió 18 cazas ligeros FA-50M Block 20, lote que podría ampliarse con una cantidad similar en el mediano plazo. La cooperación entre Malasia y Corea del Sur podría determinar hacia donde se inclinará el programa MRCA.

Imagen de portada ilustrativa. Créditos: Rosoboronexport

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