En el marco de las conmemoraciones por el Día de la Armada Rusa, mandos de la fuerza confirmaron los avances en los trabajos de mantenimiento de uno de sus submarinos de misiles balísticos de propulsión nuclear Proyecto 667BDRM (también denominada clase Delfín; o Delta IV por la OTAN). Más precisamente, se trata del submarino K-18 Karelia, el cual se encuentra siendo sometido a importantes trabajos de recuperación en dique seco a fin de reintegrarse en un futuro cercano a la Flota del Mar del Norte.
El Karelia pertenece a una clase Delta IV diseñados y fabricados por la Unión Soviética. Se trata de la última versión de este tipo de submarinos de misiles balísticos en ser comisionados por la Armada Roja entre el año 1984 y 1990; pasando posteriormente a integrar la espina dorsal de la fuerza de disuasión nuclear de la Flota del Norte de la Armada de Rusia.
Teniendo presente sus años de servicio, y a la espera de la incorporación de más unidades de la nueva clase Borei, los Delta IV viene siendo sometidos a diversos trabajos de mantenimiento, reparación y extensión de vida útil para que sigan activos durante la próxima década inclusive.
En lo especifico al K-18, se encuentra siendo sometidos a estos trabajos mientras se encuentra en el dique seco del centro de reparación de barcos “Zvezdochka”. De cara al futuro, mandos de la Armada Rusa han indicado que se espera que los trabajos finalicen próximamente para iniciar en el 2025 las respectivas pruebas de mar a fin de reincorporarse a la Flota del Norte.
Así quedó patente con las declaraciones realizadas por el Vladimir Maltsev, jefe del Movimiento de Apoyo a la Flota Rusa, quien expresó a TASS que: “En el “Karelia” se reemplazó la zona activa, actualmente el barco está pasando por una reparación en dique seco. Se espera que los trabajos se completen y el barco salga al mar para pruebas en 2025“, durante el marco de las conmemoraciones por el natalicio del almirante Nikolái Guerásimovich Kuznetsov celebradas en el día de ayer, 24 de julio.
La futura reincorporación del Karelia también requiere del alistamiento, preparación y entrenamiento de su tripulación el cual esta siendo llevado a cabo en el centro de formación en Obninsk.
Por último, el mando militar ha indicado la creciente importancia de la región del Ártico, uno de los principales escenarios donde esta clase de submarinos de misiles balísticos son empleados, indicado: “los planes de Estados Unidos para contrarrestar a Rusia en el Ártico están destinados al fracaso, no tienen una escuela naval similar a la nuestra, ni los recursos ni la voluntad“.
En lo relativo a las capacidades que posee la clase Delta IV, esta porta un total de 16 misiles balísticos R-29RMU Sineva, cada uno equipado con cuatro vehículos de reentrada independiente. A diferencia de previas versiones de la clase, estos pueden realizar el lanzamiento de sus misiles en todas direcciones mientras continúan su curso. Además, su armamento lo complementa torpedos TRV-671 RTM de 533mm.
Tal vez te interese El submarino de ataque Kazan K-561 de la Flota del Norte regresó a Rusia tras su despliegue en Cuba