La reciente intercepción de bombarderos Tu-9MS y H-6K de las Fuerzas Aérea de Rusia y China, respectivamente, dejó una vez más en evidencia la relevancia de que las Fuerzas Armadas de EE.UU. mantengan su presencia en Alaska. El encuentro con las aeronaves chinas y rusas destacó el empleo integrado de aviones militares de EE.UU. y Canadá operando bajo la coordinación de NORAD.

El teniente general David Nahom, comandante de la Región NORAD de Alaska, el Comando de Alaska y la Undécima Fuerza Aérea destaco que “…Es a través de nuestras sólidas asociaciones y aliados que garantizaremos la defensa de América del Norte y mantendremos una región ártica estable y segura…”. La intercepción de los bombarderos se destacó en esta ocasión por el empleo integrado de cazabombarderos F-16 Fighting Falcons, F-35A Lightning II y CF-18 Hornets.

El despliegue de los interceptores norteamericanos también contó con el apoyo de otros medios aéreos, tal como fue el caso de avión de alerta temprana aerotransportado E-3 Sentry, reabastecedores de combustible KC-135 Stratotanker y CC-130 Super Hércules y un avión de rescate HC-130 Super Hércules. “…Estas plataformas proporcionaron las capacidades necesarias para operaciones a grandes distancias en todo el Teatro de Operaciones de Alaska, incluidas capacidades de identificación, seguimiento y reabastecimiento de combustible…” detalló el Comando de Alaska.

Las operaciones en Alaska presentan sus desafíos, no solo por la meteorología sino por las grandes extensiones y geografía inhóspita. Así lo resaltó el mayor Brent Rist, comandante del paquete de cazas del 18.º Escuadrón de Cazas Interceptores, al mencionar que “…La inmensidad de Alaska plantea desafíos únicos cuando se trata de garantizar la defensa de Estados Unidos y Canadá…Para poner las cosas en perspectiva, es similar a los aviones de combate que despegan de Denver para proteger a D.C. y luego vuelan de regreso. Esta distancia expone todos los activos a escenarios y riesgos complejos, especialmente con el clima en Alaska. Nuestra vigilancia en los ejercicios y entrenamiento nos brinda la oportunidad de ejecutar a nivel binacional a un nivel muy alto, asegurando que estemos listos para proteger en todo momento…”.

Para darse una idea, la masa terrestre de Alaska equivale a una quinta parte de los 48 estados inferiores. Las condiciones climáticas implacables incrementan exponencialmente la complejidad, por lo que los operadores deben ser innovadores y ágiles para generar una fuerza preparada. “…La preparación para garantizar la defensa nacional en estas condiciones requiere un esfuerzo considerable por parte de los pilotos, el personal de mantenimiento y el personal de apoyo para garantizar el éxito de la misión…”, concluyó el Comando de Alaska.

Vale recordar que el encuentro entre cazas de las Fuerzas Aérea de EE.UU. y Canadá y los bombarderos rusos y chinos se dio el pasado 24 de julio mientras las aeronaves orientales operaban en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de Alaska. La presencia de los bombarderos Tu-95MS y H-6K se dio en el marco de la octava patrulla estratégica aérea combinada sobre el mar de Bering, el Mar de Chukchi, y el Océano Pacífico Norte, realizada por las Fuerzas Armadas de China y Rusia. Un hito particular de la reciente intercepción fue que se trató de la primera ocasión en la que se registró la presencia de bombarderos de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación en la ADIZ de Alaska.

Imagen de portada: DoD

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