En marco de la Operación Ostium, aviones A-29 Super Tucano de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) interceptaron una pequeña aeronave Cessna 172 que había ingresado sin autorización en el espacio aéreo brasileño procedente de Perú, en la región occidental del estado de Amazonas.
El operativo, coordinado por el Comando de Operaciones Aeroespaciales (COMAE), contó con el despliegue de dos aviones de ataque A-29 y un helicóptero H-60 Black Hawk, contando con el apoyo de efectivos de la Policía Federal, y siguiendo los protocolos establecidos en las Medidas de Vigilancia del Espacio Aéreo (MPEA).
Al detectarse el transito ilegal, se intentó establecer contacto por radio con el piloto de la aeronave interceptada, sin recibir respuesta alguna. A partir de ese momento, la aeronave fue clasificada como sospechosa, ordenandose el cambio de ruta y aterrizaje obligatorio en un aeródromo específico.
Tras no cumplir las ordenes impartidas, el equipo de defensa aérea efectuó un disparo de emergencia, prosiguiendo su vuelo sin acatar las directivas. Seguidamente, la aeronave fue reclasificada como hostil, finalizando su vuelo en una pista de tierra en el municipio de Barcelos. Previo a ser abandonada, la aeronave fue incendiada, con la huida de sus pilotos.
La Policía Federal arribó al lugar del hecho a bordo de un helicóptero H-60 Black Hawk de la FAB, decomisando 95 kilos de pasta base y clorhidrato de cocaína. De acuerdo a declaraciones del Jefe de Estado Mayor del Comando de Operaciones Aeroespaciales (COMAE), General de División João Campos Ferreira Filho, “La acción que culminó impidiendo la continuación de este vuelo forma parte de la Operación Ostium, para frenar las actividades ilícitas transfronterizas, en la que colaboran la Fuerza Aérea Brasileña y la Policía Federal”.
Imágenes ilustrativas. Créditos: FAB
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