En el marco de la operación Polar Dagger, tropas de operaciones espaciales de las Fuerzas Armadas de EE.UU. se adiestraron en las costas de Alaska. El despliegue incluyó helicópteros MH-60M, un buque base marítima expedicionaria, lanchas rápidas de interdicción así como diversos medios de apoyo.
La presencia de unidades de operaciones especiales en las costas de Alaska tuvo como objetivo demostrar las capacidades del personal y medios para ejecutar operaciones anfibias, movimientos de largo alcance, operaciones de interdicción marítima, evacuación médica y recuperación personal.
Medios locales informaron que una de las fases de la Operación Polar Dagger tuvo lugar en la isla St. Lawrence y sus alrededores, donde un equipo SEALS operaron con guías locales para “apoyar su movimiento de largo alcance” por toda la isla. Los equipos de Operaciones Especiales junto a los helicópteros MH-60M del 160th SOAR desplegaron desde el buque USS John Canley, una de las cuatro bases marítima expedicionaria (ESB) que dispone la Armada de EE.UU.
Los buques ESB fueron concebidos como plataformas altamente flexibles para ser empeladas en diversas operaciones militares, constituyendo uno de los elementos que integra la infraestructura de acceso crítica que respaldará el despliegue de fuerzas, equipos, suministros y capacidad de combate. Estas unidades disponen de las facilidades para desplegar medios aeronavales, entre ellas una cubierta de vuelo de cuatro puntos, una cubierta de misión para operar embarcaciones ligeras y un hangar. Cada uno de estos espacios fue diseñado en torno a cuatro capacidades principales: instalaciones de aviación, atraques, soporte de equipos y medios de comando y control.
Polar Dagger se realizó previo a la nueva estrategia de EE.UU. para la región Ártica, la cual contempla una mejora de capacidades, mayor colaboración con aliados e incrementar la presencia de las Fuerzas Armadas. “…Además de las relaciones con los ejércitos aliados y asociados, el compromiso regular y las consultas de gobierno a gobierno con las tribus, comunidades y corporaciones nativas de Alaska son fundamentales para lograr objetivos compartidos…Muchos de nuestros aliados y socios viven todos los días en el entorno operativo del Ártico y pueden aportar importantes capacidades y experiencia…”, detalla la Estrategia Ártica publicada recientemente.
La presencia de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en Alaska, incluido unidades de operaciones especiales, ganan mayor relevancia ante el avance combinado de Rusia y China en la región, presencia que ha crecido en los últimos años con el despliegue de medios aéreos y navales. Uno de los encuentros más recientes incluyó la presencia de bombarderos Tu-95MS y H-6K de las Fuerzas Aéreas rusa y china, respectivamente.
La respuesta de EE.UU. y Canadá a esta presencia fue el despliegue de diversos medios aéreos, entre ellos cazas de quinta generación F-35A Lightning II, F-16C Fighting Falcon, CF-18 Hornet, aviones de alerta temprana y comando E-3 Sentry y reabastecedores, entre otros. Cualquier tipo de operación en el entorno ártico demanda una considerable planificación y disponibilidad de medios ya que las condiciones meteorológicas y su geografía inhóspita así lo requieren.
Imagen de portada: USAF – Senior Airman Johnny Diaz
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