Con la entrega de un nuevo lote de obuses autopropulsados a ruedas, las Fuerzas Terrestres Rusas continúan con el programa de incorporación de los nuevos vehículos de combate de artillería 2S43 Malva dentro de sus regimientos de artillería. En base a lo registrado a lo largo del año 2024, se trata de la segunda tanda de unidades provista por el complejo industrial ruso.

En base a una notificación oficial de Rostec, desde el consorcio industrial confirmaron la entrega de un nuevo lote de 2S43 Malva a las Fuerzas Terrestres, la cual se suma a un previo envio registrado en el pasado mes de junio. El hecho ganó relevancia, ya que previos a dicho anuncio se confirmaba la entrega de este nuevo vehículo de combate de artillería (VCA) a unidades actualmente siendo desplegadas en Ucrania.

Una de las ventajas importantes del obús autopropulsado ‘Malva’ es su mejor maniobrabilidad, así como la rapidez en su despliegue y repliegue en posiciones, lo cual es crucial en condiciones de intensa lucha contrabatería en la zona de operaciones especiales. Además, el obús sobre ruedas tiene un mantenimiento técnico más sencillo en comparación con las instalaciones de artillería autopropulsada sobre orugas. La cadencia de tiro del 2S43 es de más de siete disparos por minuto, su alcance de disparo es de más de 24 km, y su munición incluye hasta 30 disparos“, expresó Bekhan Ozdoev, director industrial del complejo de armas convencionales, municiones y productos químicos especiales de Rostec.

Sin embargo, como es la tónica con esta clase de anuncios, ni desde Rostec, ni el Ministerio de Defensa ruso, encargado de la provisión de equipos y sistemas a las Fuerzas Terrestres, no se indicó la cantidad de ejemplares entregados y si estos estuvieron destinados a unidades actuando en el frente de combate o a regimiento ubicados en Rusia.

Con un peso de 32 toneladas, denominado oficialmente como 2S43 Malva, el sistema está basado en un cañón de artillería de 152 mm montado en un camión 8×8 de la empresa BAZ. Emulando de esta manera a otros diseños apreciados en Europa y otras regiones, como el caso de los CAESAR de origen francés, al igual que el ATMOS de la firma israelí Elbit Systems. Con este desarrollo del Centro de Investigación Burevestnik, una división dentro de la empresa Uralvagonzavod, las Fuerzas Terrestres rusas apuntarían a reemplazar a mediano plazo a sus antiguos obuses autopropulsados basados en plataformas de orugas que datan de los tiempos de la Unión Soviética, los cuales han sido superados en cuanto a diseño y funcionalidades. Más precisamente, se trata de los modelos 2A65 MSTA-B y el 2S1 Gvozdika de 122 mm.

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