Acorde se desprende de la reciente Declaración conjunta sobre las consultas ministeriales entre Australia y los Estados Unidos (AUSMIN) de 2024, ambos países han delineado los pasos a seguir en el futuro cercano para profundizar sus lazos de cooperación en diversas áreas entre sus Fuerzas Armadas y complejos industriales, tales como el armamento inteligente y la producción de munición de artillería. Particularmente, se trata de la integración de Australia al Titulo III de la Ley de Producción de Defensa de EE.UU., lo que facilitará la realización de inversiones en los mencionados ámbitos.
Por otra parte, Australia ha promulgado una nueva Ley de modificación de los controles del comercio de defensa, misma que entraría en vigor al iniciar el mes de septiembre. En principio, esto abriría el camino para ahondar la cooperación con EE.UU., y también con el Reino Unido (en el marco de la alianza AUKUS), en materia de adquisición de armamento y desarrollo de tecnologías de forma más ágil. Esto se da en tanto se han logrado eliminar las licencias de exportación para el material de defensa, a la vez que la Unidad de Innovación de Defensa de los Estados Unidos (DIU) y el Acelerador de Capacidades Estratégicas Avanzadas (ASCA) de Australia han establecido las bases para mejorar sus lazos existentes.
Una muestra de lo que se menciona se halla en la iniciativa de armas guiadas y artefactos explosivos (GWEO), un ámbito de cooperación entre EE.UU. y Australia que deriva en la producción combinada de drones y misiles guiados de diverso tipo, la cuál operaría con un menor número de trabas burocráticas de ahora en adelante. Ejemplo ilustrativo de ello es la intención estadounidense de brindarle a Australia las capacidades de producir sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes guiados (GMLRS) para 2025, estipulando que para finales de este año sea viable iniciar con las tareas de ensamblaje en plantas australianas.
En cuánto a lo que refiere a munición para artillería, ambas naciones acordaron durante 2023 el poder compartir información técnica sensible para la producción de las mismas, como así también, buscar formas de acelerar sus ritmos mediante la participación australiana en la cadena. Específicamente, se buscaba fortalecer la producción de los proyectiles M795 de 155 mm, lo cuál se afirma que ha avanzado con importantes inversiones en el complejo militar inudstrial del país oceánico.
Respecto del sector de la defensa aérea, el documento celebra la firma durante el mes de julio de la Declaración de intenciones sobre defensa aérea y antimisiles integrada, afirmando que en la actualidad los ministerios de defensa de EE.UU. y Australia trabajan en presentar una hoja de ruta para llevar a cabo la coproducción y mantenimiento de las capacidades de misiles antiaéreos y su futuro desarrollo. A su vez, se calificó de buena manera el avance que ha representado la comunicación entre las unidades de control y gestión de batalla de ambos países, mismas que han compartido planes y procedimientos para estandarizar una estructura de defensa aérea en red para la región.
Finalmente, se da cuenta de los importantes esfuerzos conjuntos en lo que refiere a la producción de misiles hipersónicos enmarcados en los programas SCIFiRE y HACM, mismos que estarían destinados a equipar en el futuro a las aeronaves australianas con la primer capacidad de este tipo que integraría el país. También de la cooperación en materia mantenimiento y reparación de plataformas ya existentes, tal como fue el caso del mantenimiento de un MH-60R Seahawk de la Armada de EE.UU. en Australia, y por último, en materia de no proliferación nuclear en tanto Australia se encuentra en camino a hacerse con submarinos de propulsión nuclear con armamento convencional a pesar de buscar extender la vida útil de sus actuales submarinos clase Collins.
*Imagenes utilizadas a modo ilustrativo.
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