Las Fuerzas Armadas de Ucrania necesitan muchos más cazas F-16 para ampliar y reforzar su sistema de defensa aérea. Para utilizar los F-16 que han llegado a Ucrania, la Fuerza Aérea Ucraniana necesita centrar sus esfuerzos en suprimir las defensas aéreas rusas en la retaguardia de las Fuerzas Terrestres de Rusia y en los territorios ocupados con armas occidentales de largo alcance.
Los primeros objetivos de los F-16 ucranianos serán los misiles y drones lanzados por el ejército ruso contra Ucrania, lo que significa que estos aviones complementarán las defensas aéreas ya empleadas. Los aviones de combate pueden utilizarse para reforzar los sistemas de defensa aérea y destruir aviones enemigos que operen de forma localizada y precisa, al ser capaces de interceptar aviones enemigos, reducir la eficacia de las bombas aéreas guiadas lanzadas por Rusia desde su territorio y proteger contra misiles balísticos. El uso de los F-16 permitirá desplazar y desplegar los sistemas de defensa antiaérea en los lugares adecuados para proteger mejor el territorio.
Los nuevos aviones de combate de la Fuerza Aérea Ucraniana operarán contra zonas específicas de interceptación aérea enemiga. Se limitarán a medios tales como misiles de crucero subsónicos. En otras palabras, estos aviones son muy adecuados para interceptar misiles X-101/555 o misiles Kalibr. Los F-16 también son capaces de contrarrestar los drones iraníes Shahed-136 en servicio con el ejército ruso, ya que los Shahed-136 son un objetivo bastante lento para los F-16 y, por lo tanto, hay que apuntarles desde lejos o en combate cuerpo a cuerpo utilizando un cañón automático. Aún se desconoce la eficacia de los misiles de corto alcance de los F-16 contra objetivos como el Shahed-136.
Estos aparatos también pueden utilizarse para destruir aviones como el Su-34, principal portador de las bombas guiadas rusas. Los F-16 no apoyarán a toda la línea del frente a la vez, ya que no hay suficientes aviones disponibles. Pueden concentrarse para operaciones individuales en una zona concreta. Para maximizar el éxito del ejército ucraniano en esa zona concreta. Cuando haya más aviones, se ampliará la zona de operaciones.
Junto con el F-16 y los misiles AIM-120 AMRAAM con un alcance de ataque de hasta 105 km, así como el radar de a bordo del caza, que puede detectar y destruir objetivos a una distancia de 160 km o más, estos aviones son capaces de alejar a la aviación enemiga de la línea del frente y del territorio ucraniano, por lo que la eficacia de las bombas guiadas rusas será significativamente menor. O los rusos tendrán que entrar en la zona de ataque de los F-16.
Basándonos en esto, podemos hablar de que la profundidad de la defensa de los F-16 será de 50-60 km por detrás de la línea del frente o directamente en territorio ruso, si se nos permite destruir objetivos aéreos enemigos en el espacio aéreo ruso junto con los aviones.
Sin embargo, los sistemas de defensa antiaérea, los misiles balísticos y los misiles balísticos aire-aire rusos suponen una amenaza para el F-16. En particular, el principal peligro lo representan los misiles Kinzhal enemigos capaces de alcanzar los emplazamientos de despliegue de las aeronaves.
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