La semana pasada, el Pentágono anunció el despliegue de más y nuevas capacidades militares en Medio Oriente, incluyendo el posible envío de un escuadrón de cazas furtivos F-22 Raptor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF). El objetivo de esta medida radica en disuadir el tentativo conflicto entre Irán e Israel luego de las recientes tensiones entre ambas naciones, producto del asesinato del líder político de Hamás Ismail Haniyeh en Teherán.
Así también lo confirmó la vicesecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh, en un comunicado, destacando que “el Departamento de Defensa sigue tomando medidas para mitigar la posibilidad de una escalada regional por parte de Irán o de los socios y apoderados de Irán. Con ese fin, el Secretario Austin ha ordenado ajustes en la postura militar de Estados Unidos diseñados para mejorar la protección de las fuerzas estadounidenses, aumentar el apoyo a la defensa de Israel y garantizar que Estados Unidos esté preparado para responder a diversas contingencias“.
Reforzar su presencia en la región fue, es y será una cuestión focal para los Estados Unidos, motivo por el cual también se encuentran evaluando enviar más cruceros y destructores con capacidad de defensa antiaérea contra misiles balísticos.
El detalle de los nuevos despliegues estadounidenses en Medio Oriente
El pasado 1 de agosto, el presidente Joe Biden y el primer ministro Benjamin Netanyahu conversaron en llamada sobre los “nuevos despliegues militares defensivos” de Estados Unidos, haciendo mención al envío de su principal caza de superioridad aérea de quinta generación: los F-22 Raptor. Promover el despliegue de estos cazas furtivos se engloba en la estrategia actual estadounidense en Medio Oriente, buscando apoyar el mayor número de aviones de guerra en la región.
Cabe destacar que los cazas F-15E Strike Eagle y F-16 Fighting Falcon ya están desplegados en bajo el área de responsabilidad del Comando Central de las Fuerzas Armadas de EE.UU. junto a los A-10 Thunderbolt II. En este contexto, posicionar a los F-22 junto al resto de las capacidades aéreas estadounidenses en la región le permitirá al país contar con una mayor capacidad de apoyo defensivo.
Además, Estados Unidos continúa rotando fuerzas adicionales en la región, por lo que también se desplegarán nuevos buques cerca de Israel. Se espera que el portaaviones USS Abraham Lincoln, junto a su Grupo Aéreo Embarcado y Grupo de Ataque sustituyan al grupo de ataque del portaaviones USS Theodore Roosevelt en el Comando Central de Estados Unidos.
Se trata quizá del mayor desplazamiento de fuerzas estadounidenses a la región desde los primeros días de la guerra de Gaza. Pero tal y como justificó Sing, “la defensa global de Estados Unidos es dinámica y el Departamento de Defensa conserva la capacidad de desplegarse con poca antelación para hacer frente a las cambiantes amenazas a la seguridad nacional“.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
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