En un nuevo despliegue en la región del Indo-Pacífico, dos bombarderos B-1B Lancer de la Fuerza Aérea de Estados Unidos completaron una nueva misión de 30 horas de duración, durante la cual operaron en el Mar de Japón junto a cazas F-15J de la Fuerza Aérea de Autodefensa y F-16 de la Séptima Fuerza Aérea estadounidense con asiento en la zona.

La presencia de diversos bombarderos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la región del Indo-Pacifico no es una novedad en si misma, sino una nueva demostración de las capacidades de proyección estratégica en apoyo a liados clave en la zona de la fuerza. Si bien no fue señalados en los comunicados oficiales, tanto de la Séptima Fuerza Aérea, como del 34° Escuadrón de Bombardero, al cual pertenecen los B-1B, es preciso indicar que esta actividad, llevada a cabo a principios de mes, vino precedido de la realización de patrullas realizadas por bombarderos Tu-95MS de la Fuerzas Aeroespaciales Rusas.

A lo largo del pasado mes, sobre todo a partir de la segunda quincena, fuer registrado una importante actividad de los bombarderos rusos empleados en patrullas de vigilancia de larga duración. Esto aviones fueron escoltados durante la duración de las misiones por cazabombarderos Su-30 y Su-35, tal y como dieron cuenta los videos divulgados por el Ministerio de Defensa Ruso, mientras realizaban patrullas en la ADIZ de Japón.

La respuesta inmediata de la Fuerza Aérea de EE.UU. y de la Fuerza Aérea de Autodefensa fue realizar a principios del corriente mes un rápido despliegue de bombarderos B-1B Lancer pertenecientes al 34° Escuadrón de Bombardero, los cuales partieron desde la Base Aérea Ellswoth en territorio continental de los Estados Unidos.

Durante su rápido despliegue al Indo-Pacífico, los bombarderos fueron apoyo por aviones de reabastecimiento en vuelo KC-135 Stratotanker, para concretar un despliegue que abarco 31 horas de vuelo y 12456 millas recorridas. Arribados a la zona de operaciones, comprendida entre Corea del Sur y Japón, los B-1B Lancer operaron escoltados por cazas F-15J de la Fuerza Aérea de Autodefensa y cazas F-16 perteneciente a 35° Escuadrón de Combate de la 8va Ala de Combate de la Séptima Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Desde la USAF indicaron que: “Los bombarderos se unieron al evento de entrenamiento tras un vuelo transatlántico desde el territorio continental de los EE. UU. hasta la región del Indo-Pacífico, demostrando el alcance global y las capacidades de disuasión estratégica de las aeronaves. El entrenamiento mejoró la preparación tanto de las fuerzas estadounidenses como japonesas, consolidando la relación desarrollada a través de ejercicios bilaterales y multilaterales previos, y avanzando la capacidad de combate combinada de EE. UU., sus aliados y socios en la región”.

Añadiendo, en palabras del Coronel Andreas Ziegler, director de Operaciones y Planes de la Séptima Fuerza Aérea, que: “Cada integración con aliados y socios regionales mejora nuestra interoperabilidad, agilizando procesos y creando una familiarización que aumenta nuestra capacidad de luchar juntos, si es necesario. Uno de los recursos más valiosos que tenemos es la capacidad de entrenar en tácticas, técnicas y procedimientos avanzados, aprovechando las fortalezas de la fuerza combinada para cumplir con las exigencias del entorno operativo”.

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