Desde hace tiempo se conoce que el Pentágono, junto al Departamento de Estado y el Congreso de EE.UU., se encuentran en búsqueda de implementar mejoras en su Programa de Ventas Militares al Extranjero. El principal impulso de llevar a cabo estas acciones es la guerra de Ucrania, aunque EE.UU. ha retocado este sistema “aproximadamente cada 18 meses durante los últimos 20 años”, confirmaron fuentes cercanas.
Aunque no está claro si EE.UU. ha alcanzado estos objetivos, el plan para arreglar su extenso sistema de ventas militares al extranjero es un hecho. Al día de hoy, el Pentágono sigue intentando aplicar muchas de sus recomendaciones, pero en el Congreso no se ha aprobado un proyecto de ley para iniciar con los cambios.
No obstante, el Departamento de Estado confirmó que hay un impedimento mayor: más allá de los esfuerzos gubernamentales, el problema es que las empresas de defensa estadounidenses siguen teniendo dificultades para entregar sus pedidos, en un contexto en el que la demanda de armamento del país a lo largo del mundo se ha disparado.
Cabe destacar que el total de ventas militares al exterior de Estados Unidos supera ya los 80.000 millones de dólares este año fiscal, superando con creces al Programa de Ventas Militares al Extranjero.
Además, otro gran problema es la burocracia del sistema de seguridad nacional de Estados Unidos, por lo que la reforma de este Programa se torna dificultosa. No importa qué tan bien percibidas estén las empresas de defensa estadounidenses en el mundo, ya que su venta a otros países es a menudo tan difícil que la oferta no satisface plenamente la demanda.
En este contexto, muchos compradores consideran que el sistema no avanza a la velocidad que precisan y que tampoco están satisfechos con los plazos. Y aunque surgieron iniciativas para satisfacer las demandas de los países compradores, por parte del Pentágono, del Departamento de Estado y del Congreso, las conclusiones fueron similares: el sistema del Programa es difuso y dificulta supervisar los casos de venta al extranjero.
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