Continuando con su proceso de construcción, el pasado viernes 16 de agosto el submarino “Tonelero” (S-42) de la Marina de Brasil comenzó sus pruebas de flotabilidad, tras abandonar el dique del Complejo de Construcciones Navales de Itaguaí (ICN). Se trata de la tercera unidad del Programa de Desarrollo Submarino (PROSUB) perteneciente a la Clase Riachuelo, construida localmente con asistencia de la empresa Naval Group.
La maniobra que dio inicio a las pruebas de flotabilidad consistió en la inundación del Syncrolift, para su posterior traslado hacia uno de los muelles del complejo, lo cual otorga autonomía al submarino respecto al astillero, permitiendo luego de culminas los ensayos iniciales, dar lugar a nuevas pruebas, que incluyen a sus motores generadores diésel, y luego el motor eléctrico, corroborando la capacidad de carga del conjunto de baterías y el desempeño del sistema de propulsión.
Cabe destacar que el Tonelero fue puesto a flote en el dique el pasado 27 de marzo, en una ceremonia encabezada por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acompañado por el Presidente de Francia, Emmanuel Jean-Michel Frédéric Macron, el Ministro de Defensa, José Mucio Monteiro, el Comandante de la Armada, Almirante Marcos Sampaio Olsen y otros representantes del Almirantazgo.
En vista de los avances del programa PROSUB, es preciso destacar que la dos primeras unidades, Riachuelo (S40) y Humaitá (S-41), ya han sido oficialmente incorporados al servicio en el año 2022 y principios de 2024, respectivamente. Por su parte, el último submarino de esta clase, el Angostura (S-43), se encuentra en diversos grados de completamiento, mientras avanzan las primeras etapas de construcción del futuro submarino nuclear Álvaro Alberto, el cual esta destinado a entrar en servicio durante la próxima década.
De esta manera, con la finalización del submarino Angostura (S-43), culminara una extensa etapa que se consolidó a lo largo de mas de 15 años, la cual permitió no solo la renovación del arma submarina de la MB, sino que además amplió la capacidad de la Industria Naval Brasileña, y dotó de nueva infraestructura a la Marina, como es la nueva Base de Submarinos Almirante Castro e Silva (BACS) en Rio de Janeiro.
*Créditos de las imágenes: ICN
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