Recientemente, Australia anunció que fabricará localmente los nuevos misiles de crucero antibuque (NSM, por sus siglas en inglés), junto a la empresa noruega Kongsberg Defence en la ciudad de Newcastle. Según declaraciones del ministro de Industria de Defensa, Pat Conroy, el gobierno aportará 850 millones de dólares australianos para establecer la planta de fabricación a finales de este año, cuya producción comenzará en el año 2027.
Los nuevos misiles NSM serán utilizados por la Real Armada Australiana, pero también serán exportados por Estados Unidos debido a “una enorme demanda mundial”. Para el titular de la cartera de defensa australiana, fabricar los misiles en el país no solo es competitivo, sino que promueve la no dependencia de la producción extranjera, en un contexto de limitaciones en la cadena de suministro global.
Cabe recordar que Australia ha declarado anteriormente que va a establecer la fabricación de armas guiadas en el marco de una reforma de la defensa con el objetivo de impulsar la capacidad de ataque de precisión de largo alcance de las Fuerzas de Defensa Australianas. La adquisición de los misiles NSM surge en este contexto, luego de la firma del acuerdo con Kongsberg durante 2023 como parte del Proyecto Sea 1300.
Recientemente, la Real Armada de Australia realizó un lanzamiento exitoso de un misil NSM durante el pasado mes de julio en el marco de los ejercicios RIMPAC 2024, en manos del destructor clase Hobart HMAS Sydney. Esto marcó un hito en el proceso de modernización en las capacidades de ataque de la flota de superficie australiana y su búsqueda del reemplazo para los actuales sistemas Harpoon. Así, el HMAS Sydney fue el primer buque australiano en integrar a los NSM y abriendo el camino al resto de los destructores de su clase.
La instalación de Kongsberg será una de las dos únicas instalaciones del mundo capaces de producir los misiles y la única fuera de Noruega. Esto implica para el país una gran oportunidad de exportación de los NSM. En palabras de Conroy, el país contará con las posibilidades “no sólo para mantener y reacondicionar los misiles, sino también para ayudar a las fuerzas estadounidenses que se encuentren en el Indo-Pacífico”, estableciendo a la región como una repleta de crecientes tensiones.
Por último, es importante destacar que los NSM son el único misil antibuque que pueden ser transportados en los cazas F-35, de los cuales Australia posee dos escuadrones; en el Indo-Pacífico, Japón y Corea del Sur cuentan con escuadrones de F-35. Los cazas furtivos australianos tienen base en Williamtown y en Tindal, la cual está siendo modernizada por EE.UU. para albergar sus bombarderos.
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