El lunes 26 de agosto, Japón denunció una violación de su espacio aéreo territorial por parte de un avión de guerra electrónica chino Shaanxi Y-9Z, perteneciente a la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAF). El incidente ocurrió cerca de las Islas Danjo, en la prefectura de Nagasaki, en el Mar de China Oriental, y duró dos minutos, marcando la primera intrusión de este tipo en el espacio aéreo japonés por parte de un avión del PLAF.
Según el Ministerio de Defensa de Japón, el avión chino sobrevoló las aguas entre los archipiélagos japoneses de Koshikishima y Danjo antes de entrar brevemente en el espacio aéreo japonés al este de las Islas Danjo entre las 11:29 y las 11:31 hora local. En respuesta, la Fuerza de Autodefensa de Japón activó el protocolo de emergencia y desplegó aviones Mitsubishi F-2 y Boeing (Mitsubishi) F-15 de las Fuerzas de Autodefensa aérea occidental y sudoccidental.
Durante una conferencia de prensa celebrada el 27 de agosto, el Secretario Jefe del Gabinete japonés, Yoshimasa Hayashi, afirmó que la incursión ocurrió “desde que iniciamos las medidas contra las incursiones en el espacio aéreo”.
El Shaanxi Y-9, perteneciente a la Fuerza Aérea China, es conocido por sus capacidades múltiples. Desde 2019, China ha desarrollado varias variantes del Y-9, incluyendo aviones antisubmarinos, de alerta temprana, de vigilancia y de guerra electrónica. La línea de ensamblaje de estos aviones está gestionada por la Shaanxi Aircraft Industry (Group) Corporation Ltd (SAIC), bajo la Corporación de la Industria de Aviación de China (AVIC).
El Y-9 es una versión modernizada del Y-8, un derivado del transporte soviético Antonov An-12 ‘Cub’, adquirido por China en la década de 1960. La producción del Y-9 comenzó alrededor de 2010 y entró en servicio con la PLAF en 2012. Esta variante base del Y-9 se utiliza principalmente como transporte táctico, con una capacidad de carga de aproximadamente 20 toneladas o 100 paracaidistas.
A pesar del secretismo en torno a estas aeronaves, en septiembre de 2023, una variante de evacuación médica del Y-9 participó en un ejercicio combinado con las Fuerzas Armadas de Camboya, marcando su primera participación internacional.
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