En vista de los planes de modernización y recuperación de capacidades de las Fuerzas Armadas del Perú, el Ministro de defensa, General Walter Astudillo Chávez expresó ante la Comisión de Defensa Nacional y Orden Interno, desarrollo alternativo y lucha contra las drogas del Congreso de Perú la inclusión de una partida dedicada a la compra de nuevos cazas para la Fuerza Aérea del Perú (FAP).
En dicha sesión, el Ministro Chávez afirmó que “Es importante que yo mencione que en el presupuesto del año 2025 en la Ley de endeudamiento se ha considerado la adquisición de 24 aviones caza de última generación. Eso si nos va a permitir ser disuasivos.”
Cabe destacar que tras un accidente de un caza Dassault Mirage 2000P en abril del corriente, las capacidades de aviación de caza de la FAP han sido puestas en tela de juicio, en virtud de la impostergable necesidad de modernizar tecnológicamente al arma aérea de combate de este país. Este sistema, que se encuentra próximo a alcanzar 40 años de servicio, tiene en su historial operativo haber participado activamente en el conflicto del Alto Cenepa de 1995.
Complementado a lo largo de casi tres décadas por los MiG-29 SMP, estos últimos de acuerdo a los últimos reportes no se encuentran operativos, además de haberse interrumpido el proceso de modernización, recayendo el peso de la defensa aérea del Perú en los 11 Mirage 2000 que aún existen, de un total de 12 recibidos a partir de 1985, junto a los Su-25.
Ante esta situación, las capacidades de combate de la FAP han disminuido considerablemente en las últimas décadas, considerando la progresiva desactivación de varios sistemas, incluyendo los Suhkoi Su-22 Fitter, Aermacchi MB-339, Embraer EMB-312 Tucano T-27 y los Cessna A-37B Dragonfly.
En este sentido, la FAP evalúa a tres sistemas, entre ellos el Dassault Rafale, reemplazo natural del Mirage 2000 en el Ejército del Aire y Espacio francés, los Saab Gripen E, modelo elegido por Brasil para como principal caza de su Fuerza Aérea, y finalmente, el KAI KF-21. Respecto a este último, cabe recordar que recientemente la empresa SEMAN celebró con acuerdo con la compañía surcoreana KAI para la fabricación de componentes destinados a la producción del caza ligero FA-50.
Este acuerdo tiene como antecedente el ensamblaje y coproducción en sus instalaciones de los entrenadores de origen surcoreanos KT-1P “Torito” para la Fuerza Aérea del Perú entre 2014 y 2016; como también la certificación AS-9100 obtenida para la producción de componentes aeronáuticos.
Por otra parte, recientemente desde la FAP se manifestó el interés en los cazas Lockheed Martin F-16C. Los aviones pertenecientes al “Viper Demo Team” fueron vistos en la base de Chiclayo en junio pasado, lugar donde tienen asiento los MiG-29. Teniendo como antecedente la visita de los “Fighting Falcon” durante el ejercicio “Halcón-Cóndor 2007”, el exitoso producto norteamericano es ponderado por sus prestaciones como posible avión a ser evaluado, lo que significaría el retorno de la FAP a un caza estadounidense tras más de 40 años.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
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