Después de completar su despliegue operativo en Medio Oriente a cargo del Comando Central de Estados Unidos, el Grupo de Ataque del portaaciones USS Theodore Roosevelt ha comenzado su trayecto hacia el Indo-Pacífico, permitiendo a la Armada de EE.UU. volver a contar con dichas capacidades operativas en la región. Así fue comunicado en el día de ayer por el secretario de prensa del Pentágono, Mayor General Pat Ryder, durante una conferencia de prensa.
Cabe destacar, que la US Navy mantendrá aún en Medio Oriente al Grupo de Ataque del USS Abraham Lincoln Carrier, como parte de sus esfuerzos por disuadir ataques al comercio marítimo y una escalada del conflicto frente a posibles ataques desde Irán hacia Israel. Ello se verá complementado por una Unidad Expedicionaria de Marines, destructores clase Arleigh Burke y una presencia aumentada de recursos de la Fuerza Aérea de EE.UU.; reflejándose principalmente en el despliegue de cazas furtivos F-22 Raptor.
Rescatando algunas de las declaraciones realizadas por el secretario Ryder: “Como lo hemos hecho desde el comienzo de la crisis en Oriente Medio, tras los brutales ataques de Hamás el 7 de octubre, seguimos intensamente centrados en trabajar con los socios regionales para reducir las tensiones y disuadir un conflicto regional más amplio (…) Estados Unidos también sigue muy centrado en lograr un alto el fuego como parte de un acuerdo sobre los rehenes para traer a todos los rehenes a casa y poner fin a la guerra en Gaza.“
Finalmente, ahondando sobre lo mencionado anteriormente, ha de recordarse que el despliegue del USS Abraham Lincoln tuvo lugar a finales del mes de agosto tras una llamada realizada entre el secretario de defensa Lloyd Austin III y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Considerando el cambio de región de este Grupo de Ataque, la Armada de EE.UU. dejó un vacío importante en el Pacífico en materia de portaaviones operativos por un plazo mayor a las tres semanas.
Esto último ocurrió en tanto el USS Ronald Reagan (CVN 76) dejó su asiento en Japón para sumarse a las fuerzas apostadas en el estado de Washington y el USS Ronald Reagan fue trasladado a la Base Naval de Kitsap. Por su parte, el USS Nimitz se encontraba culminando su período de mantenimiento programado de seis meses, mientras que el USS George Washington se encontraba en San Diego para reapostar equipo y rotar su tripulación; siendo el designado para mantener una presencia en el Pacífico en reemplazo del USS Abraham Lincoln tan pronto como fuere posible. En su conjunto, la situación implicó un importante desafío para la Armada de EE.UU., considerando que el aumento de las tensiones en diferentes partes del mundo llevaron al límite a sus capacidades de proyección de poder global.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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