Como parte de las operaciones de la Bomber Task Force (BTF), por primera vez, un B-2 Spirit del 110º Escuadrón Expedicionario de Bombarderos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) fueron escoltados por cazas furtivos F-35A Lightning II de la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón. Los bombarderos que pertenecen a la Base Aérea Whiteman, en Misuri, partieron de la Base australiana Amberley de la Real Fuerza Aérea, los cuales se encuentran destinados allí hace tres semanas realizando las mencionadas tareas de BTF.
Durante la misión que se llevó a cabo en la región Indo Pacifica, los pilotos de los B-2 y los cazas F-35 llevaron a cabo operaciones para reforzar la integración entre las fuerzas de las naciones participantes y reabastecimiento aéreo. En el comunicado oficial ,las Fuerzas Aérea del Pacífico (PACAF) subrayan que estas operaciones ponen de manifiesto el compromiso de Estados Unidos de entrenarse junto a sus aliados y socios para fomentar la interoperabilidad y reforzar la capacidad colectiva de apoyar un Indo-Pacífico libre y abierto.
Los bombarderos estadounidenses habían arribado a mediados del mes de agosto a Australia después de dos años para apoyar las misiones rutinarias en el Indo-Pacífico y para operar en un región que incluye grandes emplazamientos en ultramar y continentales en donde Estados Unidos busca sostener su operatividad y presencia.
Cabe recordar que las misiones de la Fuerza de Tareas de Bombarderos operan regularmente desde la Base Aérea Andersen, en Guam, y la Instalación de Apoyo Naval Diego García, en el Océano Índico. No obstante, este despliegue es “en apoyo de los esfuerzos de entrenamiento de las Fuerzas Aéreas del Pacífico con aliados, socios y fuerzas conjuntas y misiones de disuasión estratégica”, en términos del comunicado oficial.
En ese marco, los aliados del país buscan las oportunidades para entrenarse y demostrar las fuertes relaciones que existen entre las fuerzas y la preparación que poseen frente a un escenario cada vez más exigente. En tal caso, Japón fue mostrando a lo largo de los últimos años su compromiso e idea de apostar por unas Fuerzas de Autodefensa más capacitadas y a la altura de las circunstancias.
El hecho del encuentro entre los bombarderos estadounidenses y los F-35 de la Fuerza Aérea de Autodefensa japonesa llega para sostener las nuevas escalas de preparación, capacitación, y cooperación que están buscando los países en la región de Asia y el Indo-Pacífico.
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