Siendo uno de los eventos programáticos que definen el rumbo de una gestión, la presentación del Proyecto de Ley de Presupuesto para el año 2025 es la máxima expresión de las prioridades de un gobierno, determinando de qué forma se asignaran las diferentes partidas, definiendo así los objetivos fijados por la nueva gestión de La Libertad Avanza (LLA) al frente del Ejecutivo.
El primer Proyecto Ley de Presupuesto para el año 2025 de Javier Milei como Comandante en Jefe de las FF.AA. refleja su visión pragmática sobre el rol del Estado en los próximos 3 años. Sintetizada en “Gestionar es achicar el Estado para engrandecer a la sociedad”, frase pronunciada el domingo pasado en el Congreso de la Nación, abarca a la totalidad de la administración pública Nacional (APN), sin dejar exento al Ministerio de Defensa.
SI bien el proyecto estima un incremento del 18% para Defensa, en línea con la inflación estimada en el mismo, el mismo no coincide con las expectativas inflacionarias para 2025 del FMI, el BANCO MUNDIAL y el REM del Banco Central. No obstante, en caso de que la inflación fuera superior al 18% anual, el ajuste pertinente se produciría un en lo que respecta partidas para el funcionamiento del instrumento militar, y salarios, como ocurrirá (y viene ocurriendo) en todas las jurisdicciones de la APN.
En lo que respecta a recuperación de capacidades, se observan muchos elementos “teóricos”, que implican sistemas a incorporar con afectación en ejercicios futuros, algunos de los cuáles se realizarían con préstamos. Sin embargo, la aprobación de dichas operaciones de crédito no garantiza ni que se aprueben las mismas ni que se consiga el financiamiento para realizar las adquisiciones mencionadas.
Resulta oportuno mencionar que se contempla, en cuanto a la Armada Argentina, la recuperación de la capacidad submarina, adquisición de 2 buques para la flota de mar, 2 buques logísticos, 1 buque anfibio, construcción del muelle y continuación de obras para la base Naval Integrada en Ushuaia, helicópteros livianos para el Comando de Aviación Naval, siendo la fuerza que más se beneficiaría de acuerdo con estos supuestos.
Asimismo, en cuanto al Ejército Argentino y la Fuerza Aérea Argentina, se prevé la incorporación de nuevos, camiones, ametralladoras, cascos, chalecos, 6 aviones de transporte, camionetas, ómnibus, destacándose el acondicionamiento de la Sexta Brigada Aérea para recibir los aviones F-16 adquiridos este año.
SI bien el extenso listado de elementos a incorporar resulta una verdadera oportunidad para dar un paso significativo tras años en los cuales los presupuestos de defensa no superaban el 1% del PBI, cabe recordar que no es la primera vez que se contemplan diversas adquisiciones, las cuales finalmente no son concretadas.
Por otra parte, en el artículo 27 del proyecto de ley de presupuesto presentado, puede observarse la suspensión del inciso 1 del artículo 4° de la Ley 27.565 FONDEF (un fondo de afectación específica que tiene por objetivo financiar el proceso de reequipamiento de las Fuerzas Armadas, mediante la recuperación, modernización y/o incorporación de material ampliamente valorado por el arco político), en el marco de la emergencia pública declarada por el artículo 1° de la Ley 27.742 de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos.
Con esta medida, se elimina el compromiso establecido por esta Ley de otorgar el 0,8% de los ingresos corrientes, (estimado aproximadamente entre 800 y 900 mil millones de pesos) establecido a partir del 2023 y para los sucesivos ejercicios presupuestarios.
Por otra parte, cabe destacar que al día 10 de julio de 2024, se había ejecutado únicamente el 37.65% de los recursos asignados a la Función Defensa. En cuanto al FONDEF, se había devengado solamente el 35,61% del total presupuestado a la misma fecha. En definitiva, el ejecutado de la Función Defensa+FONDEF alcanzó el 37,78%.
Esto finalmente permite concluir que el proyecto de Ley de Presupuesto para la Jurisdicción 45 en parte resumen la voluntad de avanzar a paso firme en la recuperación de capacidades y modernización de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, la suspensión del FONDEF y la dependencia de préstamos para financiar algunas adquisiciones generan incertidumbre sobre la efectividad de estos planes, considerando la particular situación económica de la Argentina en relación al crédito externo, y los sucesivos vencimientos de deuda que se producirán el próximo año.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
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En lo que se refiere al presupuesto anual para la defensa solo se ha contemplado un aumento los últimos meses con la aprobación e incorporación de determinados armamentos, es evidente que no se pueden actualizar todo lo que se necesita en el estado financiero en el que nos encontramos. Hay cosas que se podrán adquirir, otras que se podrán modernizar y otras se podrían elaborar en nuestro territorio, todo no puede lograrse con nuestra situación. Realismo señores.
Finalmente liquidaron el FONDEF. Esto del presupuesto parece una hermosa colección de intenciones que, dada la situación del país en lo económico, difícilmente se concrete. Son buenas intenciones, pero de esto ya hemos visto durante décadas. Veremos.
En realidad el proyecto de presupuesto (veremos que dice el Congreso Nacional) lo único que realmente hace es (como lo han hecho los anteriores Presupuestos) facultar al Jefe de Gabinete a adecuar las partidas conforme las necesidades que surjan de la relación ingresos vs egresos, suspendiendo la aplicación automática de diversas leyes (entre otras las del FonDef). La ley ley no ha sido derogada porque haría falta otra ley para hacerlo. No está dentro de las facultades de la ley macro sí legislada.
Por lo pronto han formalizado compras y según el mensaje de elevación del proyecto, la idea del gobierno actual es priorizar las Fuerzas Armadas y de Seguridad y por ello lo adquirido. También prevé nuevas compras pero ello me parece que quedará sujeto a las posibilidades futuras y por supuesto, a la mejora que pudiera lograr de la economía del país.
Sigo insistiendo en el punto de que fijar un plan estratégico de equipamiento dándole preeminencia a la ciencia, técnica e industria nacional puede transformar estos gastos en verdaderas inversiones por el alto valor agregado que para la economía del país representan la ejecución de dichos planes.