En el departamento del Chocó se añadió a la Brigada Liviana de Caballería del Ejército Colombiano, antes conocida como Meteoro número 9, un vehículo ISBI de fabricación nacional. Este proyecto fue un hito en el desarrollo de blindados en Colombia, pero no contó con el apoyo de los altos mandos en su momento. A pesar de esto, el vehículo sigue demostrando sus capacidades, funcionando incluso muchos años después de su construcción, gracias al mantenimiento realizado por el Comando de Logística.
Este blindado refuerza la protección de las vías Quibdó-Medellín y Quibdó-Pereira, junto a una camioneta 4×4 blindada. Al respecto, la gobernadora del departamento expresó: “Es una gran alegría informarle al pueblo chocoano que, a partir de hoy, contamos con la incorporación de un nuevo equipamiento para nuestra Fuerza de Tarea Conjunta Titán, que contribuirá a la seguridad de nuestra capital, Quibdó, y de nuestras principales vías de comunicación”.
Este autor critica la falta de iniciativa de los actuales mandos para la recuperación de los vehículos EE-11 Urutu, los cuales podrían cumplir con las necesidades de seguridad en zonas apartadas del país. Su blindaje, capacidades y la experiencia de nuestras tropas en su uso permitirían proteger mejor a nuestros soldados en dichas áreas.
Por otro lado, en el Valle del Cauca se desplegaron por primera vez, en el marco de la lucha contra la insurgencia y el crimen organizado, vehículos de combate blindados a rueda (VCBR) 8×8 LAV III, en un total de 10 unidades. Esta será la primera prueba de este tipo de plataforma en acción dentro del conflicto colombiano, ya que anteriormente solo se habían utilizado en La Guajira, donde la ocurrencia de emboscadas y ataques es mínima. Según la información disponible, ninguno de estos vehículos ha sido dañado por ataques, salvo uno que sufrió un accidente durante ejercicios de maniobra.
Los LAV III entraron en servicio entre 2012 y 2013, cuando se adquirieron un total de 32 unidades, equipadas con torretas israelíes Rafael. Estos vehículos cuentan con protección STANAG 4569 nivel III, que los protege completamente contra proyectiles pequeños de 7,62 × 51 mm de la OTAN, acorde a las necesidades de la guerra irregular y la munición utilizada por los grupos armados ilegales en Colombia.
Este blindado ha demostrado su eficacia en combates irregulares, similares a los de Colombia, en Afganistán e Irak con las fuerzas canadienses y estadounidenses. Sin embargo, ha recibido críticas debido al alto número de bajas canadienses frente a explosivos no improvisados. Además, en conflictos de alta intensidad, como los actuales en Ucrania, se ha visto vulnerable a ataques con drones, tecnología que ya es empleada por las disidencias guerrilleras en la zona. En respuesta, el Ejército de Colombia también ha desplegado recientemente sistemas antidrones adquiridos por la Gobernación del Valle del Cauca.
Según un comunicado oficial, estos vehículos apoyarán la seguridad de la COP 16 en zonas rurales de los municipios de Jamundí y Buenaventura. Su misión será “garantizar la movilidad de las tropas en diferentes ejes viales del municipio y reforzar la ofensiva con armas de mayor alcance y efectividad que permitan recuperar las zonas donde han hecho presencia grupos delictivos”.
El Teniente Coronel Moisés David Gómez Echavarría, Comandante del Batallón de Infantería N.° 8 Batalla de Pichincha, manifestó: “Estos vehículos LAV III ofrecen protección a los soldados transportados, tienen capacidades diurnas y nocturnas, protegen a la población civil y también están aquí para garantizar la seguridad durante la COP 16”.
Esperamos que cumplan con las expectativas generadas y que la Tercera Brigada, receptora de estos elementos, fortalezca sus capacidades para proteger a nuestras tropas en el área de combate.
Tal vez te interese La Fuerza Aérea Colombiana mejora su preparación y capacidades de respuesta frente a incendios forestales