Este 19 de septiembre, la empresa Northrop Grumman junto a la Armada de los EE.UU. ha concretado las pruebas de demostración de capacidades del drone MQ-4C Triton para operar en el Círculo Polar Ártico, verificando con éxito el funcionamiento del sistema de navegación en entornos climáticos extremos. Se trata de un testeo que sigue al realizado en 2023, en el marco del ejercicio Northern Edge 2023, en el que los sistemas en cuestión demostraron ser capaces de detectar y rastrear objetivos en altamar considerando las condiciones climáticas adversas.
Particularmente, el MQ-4C Triton inició su vuelo de prueba desde el estado de Alaska, llegando hasta las 100 millas náuticas del Polo Norte. Durante el transcurso del despliegue, el vehículo aéreo no tripulado logró recoger datos de navegación por un total de cinco horas, permaneciendo dentro del espacio aéreo estadounidense y canadiense en todo momento. Ha de destacarse también, que el drone pudo superar la marca de los 70 grados de latitud norte, siendo capaz de evitar los problemas causados por los fuertes vientos del Ártico en términos de alcance y uso de sensores; lo que fue logrado gracias a la capacidad de volar a grandes alturas (hasta 50.000 pies) que permitió al UAV evadirlos sin problema.
Sobre el hito alcanzado, Jane Bishop, vicepresidenta y directora general de la división de vigilancia global de Northrop Grumman, declaró lo siguiente: “Las operaciones de vuelo en condiciones austeras y frías presentan desafíos de navegación únicos. Nuestra demostración destaca la capacidad de Triton para funcionar con éxito en ese entorno desafiante.”
Por su parte, el director del programa Triton de la Armada de los EE.UU., Capitán Josh Guerre, ha afirmado que: “Las regiones árticas son un teatro de operaciones cada vez más importante con amenazas y entornos únicos. Estamos listos para respaldar esos conjuntos de misiones para clientes nacionales e internacionales.“
Esto último no resulta en absoluto un dato menor, considerando el aumento de las tensiones entre los Estados Unidos y Rusia en dicha región ártica, a las que periódicamente se le ha de agregar la participación China. Cabe recordar en esa línea el reciente anuncio de los ejercicios “Océano 2024”, en los que la Armada Rusa y China activarán más de 90.000 efectivos, 400 barcos y cerca de 190 aeronaves de combate; la actividad de mayor tamaño tras la caída de la Unión Soviética. Desde Estados Unidos, también han de resaltarse los diversos refuerzos de sus capacidades militares apostadas en Alaska, siendo un ejemplo ilustrativo de ello la activación del Comando de Aviación Ártico asentado en Fort Wainwright.
Finalmente, haciendo alusión de las últimas novedades, no pueden dejarse pasar las declaraciones recientes del gobierno ruso respecto de la realización de pruebas nucleares que tendrían lugar en el Ártico en caso de que EE.UU. proceda a realizar lo propio. En detalle, fue el viceministro de relaciones exteriores Serguéi Riabkov quién afirme: “(NdE: La preparación para eventuales pruebas nucleares en polígonos del Ártico) se hizo también como reacción a los pasos de Washington, que a lo largo de los últimos años se centró en el perfeccionamiento de su infraestructura en ese terreno.” A ello se suma lo dicho por el contralmirante Andréi Sinitsin (jefe del polígono Nueva Zembla): “El polígono está preparado para la reanudación de las actividades de prueba a gran escala. Está totalmente listo (…) Está preparado el personal. Si llega la orden, en cualquier momento podemos comenzar el ensayo.”
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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