En el día de ayer, la Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China llevaron a cabo un nuevo lanzamiento de prueba de uno de sus misiles balísticos intercontinentales en el Océano Pacífico, mismo que portaba una ojiva simulada y que impactó de forma precisa sobre su objetivo. Así fue informado por el Ministerio de Defensa de China, el cuál aclaró que se trata de una actividad rutinaria enmarcada en el Plan de Entrenamiento Anual de las Fuerzas Armadas.

En ese sentido, se destaca que frente al aumento de la retórica rusa y estadounidense sobre llevar a cabo sus propias pruebas nucleares, China afirmó que su actividad no ha tenido a ningún país como objetivo y que fue reportada con antelación a los países relevantes. Siguiendo esa línea, el comunicado del Ministerio de Defensa chino afirmaba: “La Fuerza de Cohetes del EPL lanzó un ICBM (misil balístico intercontinental) que transportaba una ojiva ficticia a alta mar en el Océano Pacífico a las 08:44 del 25 de septiembre, y el misil cayó en áreas marítimas esperadas (…) Está en línea con el derecho internacional y la práctica internacional y no está dirigido contra ningún país u objetivo.

Sin embargo, cabe lugar para resaltar que estas son las primeras pruebas de este tipo que China realiza desde la década del 80´, considerando que el país cuenta con polígonos de tiro en su propio territorio. Particularmente, hablamos del desierto de Taklamakán, localizado en la región de Xinjiang, el cuál permitía realizar estos testeos con mayor discreción y sin despertar tantas alertas en los países vecinos que ven al testeo como una señal dirigida hacia ellos. Esto último es el caso de Japón, país que reportó haber realizado un seguimiento del lanzamiento y tomado todas las medidas de precaución necesarias para los buques con su bandera que circularan por la zona; otras naciones como Taiwán y Filipinas también están incluidos en dicho grupo.

Por lo pronto, si bien no se dispone de confirmación oficial, medios locales recogen que el misil lanzado sería un DF-41. Se trata de un sistema entregado por primera vez a las Fuerzas Armadas de China durante el año 2012, presentando un alcance de entre 12 y 15 mil kilómetros de distancia que lo convierte en el arma de mayor capacidad del inventario chino. En términos de explosivos, cada ejemplar puede portar hasta 12 ojivas MIRV según su potencia, variable entre los 20, 90 y 150 kilotones, las cuáles puede transportar a velocidades hipersónicas.

Finalmente, resulta útil traer a colación que actualmente, el Gigante Asiático contaría con unas 500 ojivas operativas según informes previos del Pentágono. De este número, aproximadamente 350 serían portables por misiles balísticos intercontinentales tales como el mencionado DF-41, una cantidad considerablemente menor a la que poseen tanto Rusia como los Estados Unidos pero que se prevé será duplicada para el año 2030.

*Imagenes empleadas a modo ilustrativo

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