La contundente victoria de Azerbaiyán sobre Armenia en la Segunda Guerra del Alto Karabaj no ha impedido que las Fuerzas Armadas Azeríes continúen sus planes de modernización y reequipamiento. El hito más reciente ocurrió en el marco de la Exhibición Internacional de Defensa ADEX 2024, donde se confirmó que la Fuerza Aérea de Azerbaiyán se convertía en el más reciente —y cuarto hasta la fecha— operador de cazas JF-17 Thunder Block III, fruto de la cooperación industrial entre China y Pakistán.
La adquisición del JF-17 Thunder busca impulsar la aviación de combate de la Fuerza Aérea de Azerbaiyán. Durante el conflicto, su actuación fue limitada debido al rol secundario que jugó en comparación con los vehículos aéreos no tripulados de combate, los cuales llevaron a cabo una intensa campaña contra las fuerzas armenias. Esto se debió, en parte, a la escasa disponibilidad de sus principales medios de combate, como los MiG-29 heredados de la era soviética y nunca modernizados, que se desplegaron principalmente para la defensa y cobertura aérea de Bakú (este no fue el caso de los Su-25, empleados en misiones de ataque y modernizados con la asistencia de Turquía desde 2019).
Con estos antecedentes y nutriéndose de la experiencia del reciente conflicto, el gobierno de Azerbaiyán decidió confirmar la compra de nuevos cazas JF-17 Thunder Block III a Pakistán para reemplazar a sus MiG-29. El acuerdo, cuyo valor oscila entre los 1.200 y 1.600 millones de dólares según diversas fuentes, incluye la provisión de hasta 12 nuevos aviones de combate, con la opción de adquirir 12 adicionales, en línea con el requerimiento de la Fuerza Aérea Azerí de contar con una flota de 24 ejemplares.
En cuanto a la versión de los aviones, las primeras doce aeronaves consistirán en ocho nuevos JF-17C Thunder Block III, complementados por cuatro JF-17B. Esta última es la versión biplaza del avión sino-paquistaní, desarrollada junto con la versión Block II y que entró en servicio en 2020 con la Fuerza Aérea de Pakistán, destinada a funciones de entrenamiento y formación de nuevos pilotos.
Es comprensible, dado el despliegue realizado por las autoridades pakistaníes ante el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, que el contrato incluya el apoyo logístico necesario para el mantenimiento de la nueva plataforma, además de un amplio arsenal de armamento asociado que el JF-17 Thunder puede desplegar.
En relación con esto, el JF-17 Block III exhibido en el aeropuerto Heydar Aliyev, acompañado por la demostración aérea de otros ejemplares —presumiblemente del Block II—, permitió apreciar su capacidad armamentística, con la participación de empresas turcas en la provisión de diverso equipamiento. En particular, se destacó la presencia de un pod electroóptico para tareas de reconocimiento, vigilancia y designación de blancos de la firma Aselsan (que también equipa a los JF-17 empleados por la Fuerza Aérea de Nigeria), denominado ASELPOD.
Este no es un dato menor, ya que el avión exhibido también mostró un amplio abanico de bombas equipadas con diversos kits de guiado, además de misiles aire-aire y aire-superficie. En detalle, se exhibieron misiles PL-10E (versión de exportación de los empleados por la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación).
A pesar de que se desconocen mayores detalles, que los informados oficialmente tanto por Pakistán como Azerbaiyán, el país de la región del Cáucaso continúa fortaleciendo sus Fuerzas Armadas de cara al futuro como medio disuasivo frente a potenciales nuevos conflictos que puedan surgir con sus vecinos. Además de los JF-17, el país también ha incorporado nuevos drones de combate Bayraktar Akinci, como también hace esfuerzos para modernizar su flota de aviones de transporte. Esto último con la incorporación del primer avión C-27J Spartan.
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