A finales del mes de septiembre, la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda recibió dos nuevos C-130J-30 Super Hércules, entregados por Lockheed Martin bajo las patentes NZ7012 y NZ7013. El primero (NZ7011) aterrizó en la base neozelandesa de Auckland a principios del mes pasado, y se espera que los últimos dos aviones lleguen a finales de año.
Cabe destacar que el programa de entregas de los nuevo Super Hércules comenzó el pasado mes de agosto con el objetivo principal de modernizar las capacidades de transporte aéreo táctico neozelandesas. En esta ocasión, la llegada de los dos nuevos C-130J-30 también se convirtió en un vuelo de prueba y familiarización con la aeronave de las tripulaciones.
La compra de los cinco aviones Super Hércules fue realizada a través del Programa de Venta Militares al Extranjero (FMS) de los Estados Unidos en el año 2020. Aunque Nueva Zelanda ya contaba con una flota de C-130H Hércules, las actuales adquisiciones son una versión mejorada de fuselaje alargado, denominada como C-130J-30.
En general, la adquisición de las cinco aeronaves se enmarca en un proceso necesario de reemplazo de esta flota, considerando que los C-130H acumulaban sesenta años de servicio. En febrero del 2023 comenzó el proceso de retiro, donde uno de ellos realizó su último vuelo partiendo de la base aérea de Auckland y aterrizando en la base Woodbourne.
Esta “nueva era” para las capacidades de transporte aéreo táctico neozelandesas, en palabras de Lockheed Martin, promete un mayor apoyo para el país en materia de misiones humanitarias y de socorro en casos de desastre. Principalmente, considerando el uso de estas aeronaves en vuelos a la Antártida en apoyo a las campañas científicas neozelandesas.
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