Avanzando en el fortalecimiento de sus capacidades de asalto anfibio, la Armada de los EE.UU. anunció que los astilleros Huntington Ingalls (HII) han botado recientemente al décimocuarto buque de la clase San Antonio, el primero configurado bajo el estándar Flight II. Particularmente, el acontecimiento tuvo lugar tras el transporte del futuro USS Harrisburg (LPD-30) mediante ferrocarril hasta un dique seco flotante, siendo posteriormente bajado a las aguas del río Mississipi.

Al respecto Karl Wilkinson, presidente de la división Ingalls Shipbuilding, declaraba que: “Consideramos este lanzamiento como un paso importante para poner en servicio la capacidad de nuestros socios de la Marina y el Cuerpo de Marines de los EE. UU., y un recordatorio de la importancia de apoyar la seguridad nacional. Como constructores navales, estamos dedicados a esta misión”.

En esa línea, cabe recordar que HII se encuentra actualmente no sólo en las fases finales del proceso de construcción de la embarcación ya botada, sino que también se halla en pleno proceso de construcción del futuro USS Pittsburgh (LPD-31) y en la fase de planificación para el tercer San Antonio Flight II, mismo que portará el nombre USS Philadelphia (LPD 32).

A su vez resulta necesario mencionar que, tras concretarse una pausa en las adquisiciones a fines de evaluar los costes y capacidades del programa, la US Navy decidió ampliar el contrato original para hacerse con otros tres nuevos buques de la clase, a saber: los LPD-33, 34 y 35. Sumado a la construcción de un nuevo buque anfibio de cubierta grande de clase América, el contrato asciende a los 9.600 millones de dólares.

Ahondando en detalles respecto de los ritmos de entrega planificados, el director ejecutivo de programas anfibios, auxiliares y de transporte marítimo de la oficina ejecutiva del programa de barcos de la Armada, Tom Rivers, afirmó durante el pasado mes: “En nuestras negociaciones con Huntington Ingalls, queríamos asegurarnos de tener la fuerza laboral para construir estos barcos en la secuencia que buscamos hacer, que es una cadencia de dos por año en los LPD y una cadencia de cuatro años en los LHA.

Mientras que por su parte, el teniente general del Cuerpo de Marines Eric Austin, manifestaba que el avance en este nuevo contrato permitiría el retiro paulatino de los antiguos barcos de la Armada que actualmente cumplen estas funciones (clase Harpers Ferry/Whidbey Island): “Lo que esta adquisición de varios buques nos permite hacer es retirar algunos de los buques más antiguos a medida que los reemplazamos en los próximos años y mantener esa base de 31 buques anfibios (…) eso es 10 anfibios de cubierta grande y 21 LPD. [Ahí] es donde creemos que necesitamos mantener nuestra base de anfibios. Básicamente es un uno entra, uno sale (…) eso es lo que vamos a tener que hacer. El Congreso nos ha pedido que informemos anualmente para asegurarnos de que estamos manteniendo ese equilibrio adecuado para los anfibios.”

*Imagen de portada: Huntington Ingalls

Te puede interesar: La Armada de EE.UU. recibe al buque de combate litoral número 29 de la problemática clase Freedom

Publicidad

Dejá una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.