La antigua base aérea “Renan Elías Olivera” de Pisco, que durante décadas fuera el hogar de los legendarios bombarderos BAC Canberra, se convertirá en el más moderno centro de formación de pilotos de combate de la Fuerza Aérea del Perú (FAP).
Las obras de infraestructura, que acaban de ser adjudicadas a una constructora local, beneficiarán el desarrollo de la Escuela de Formación de Pilotos No. 51 (EFOPI), basada en esa instalación militar de la costa de la región Ica. Para ello, se cuenta con un presupuesto de 13.3 millones de dólares destinados a la construcción de dos hangares, una estación contraincendios, un almacén, una sala de planeamiento de misiones, así como instalaciones eléctricas, zona de estacionamiento, jardines, entre otros ambientes.
El proyecto se suma a la lista de mejoras que el alto mando de la institución ha emprendido en los últimos tiempos, orientadas a modernizar las capacidades y preparar al personal para la próxima asimilación de nuevas tecnologías. Como se sabe, el gobierno peruano ha confirmado la compra de 24 modernos cazabombarderos para el ejercicio fiscal 2025, aunque todavía no se ha definido al fabricante.
Por su parte, Pisco es una base histórica para la FAP, que en febrero de 1995 vio partir a los ya desactivados bombarderos Canberra en su ataque a posiciones ecuatorianas de la selva fronteriza, con la pérdida de un aparato en la segunda misión. Actualmente, la EFOPI dispone de 20 turbohélices de Korean Aerospace Industries, KAI KT-P “Torito”, 16 de ellos ensamblados en el SEMAN Perú, como su principal sistema para profesionalizar a los nuevos pilotos de la FAP.
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