Días atrás, rodeado en un manto de densa neblina, el portahelicópteros JS Kaga (DDH-184) de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón arribó al puerto de San Diego, Estados Unidos, con motivo de iniciar una serie las operaciones de entrenamiento con la Armada de EE.UU. (US Navy), enfocada en la futura operación en buque de los cazas furtivos F-35B Lightning II.
A mediados de septiembre se confirmó que el JS Kaga partió desde Japón con destino a los Estados Unidos, embarcándose en su primer despliegue desde que fuera sometido a importantes modificaciones para operar con cazas VTOL F-35B. Los trabajos a los que fue sometido el buque de la clase Izumo incluyeron un rediseño de la proa similar a los presentes en los buques de asalto anfibio Tipo LHD de la armada estadounidense. Se prevé que los próximos pasos, en sintonía con los entrenamiento y certificaciones requeridas, sea que la Fuerza Marítima de Autodefensa cambie su denominación actual, que los clasifica como un “portahelicópteros destructor“.
Las pruebas en los Estados Unidos se extenderán hasta el próximo 18 de noviembre de 2024, donde el JS Kaga pasará por evaluaciones para optimizar las operaciones con cazas STOVL de quinta generación F-35B. “Las pruebas allanarán el camino para una mayor interoperabilidad con nuestros aliados”, anunció la Oficina del Programa Conjunto del F-35 (JPO, por sus siglas en inglés).
La Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón ha operado los buques JS Izumo y JS Kaga desde 2013 y 2015, respectivamente. A lo largo de su servicio, Tokio los describió oficialmente como “destructores de operaciones multipropósito” debido a que su propósito principal es buscar y destruir submarinos enemigos en defensa propia de Japón. No obstante, siempre han sido señalados como portahelicópteros. Años más tarde, Japón dio luz verde para realizar trabajos de mejoras y modificaciones para convertirlos en buques capaces de desplegar aeronaves de quinta generación de despegue y aterrizaje vertical.
En el caso particular del buque desplegado, los trabajos de primera etapa de modificación de la cubierta habían iniciado durante el 2022, incluyendo la nueva forma rectangular de la proa y la instalación de un nuevos revestimiento capaz de soportar las temperaturas generadas por el motor de un F-35B. Se espera que la clase Izumo reciba las modificaciones de segunda etapa a finales de este año, la cual consistiría en la modificación de los compartimentos internos de la nave para poder almacenar el armamento de los F-35B y retoques finales a la forma de la cubierta.
Cabe destacar que estas son solo las segundas pruebas con cazas F-35B embarcados en uno de los buques de esta clase, hallándose el antecedente previo en 2021 y el despliegue de esta clase de aviones desde el JS Izumo. Ha de recordarse que Japón prevé la incorporación de hasta 42 F-35B para equipar a sus buques, fijando la entrega del primer lote de aeronaves recién para finales del año fiscal 2024.
Medios especializados explican que a pesar de las modificaciones realizadas a los portahelicópteros, Tokio sigue siendo cauteloso con la terminología exacta, evitando etiquetar explícitamente a los buques de la clase Izumo como portaaviones. Esto se debe a alinear las políticas de seguridad defensiva de larga data del país bajo la constitución pacifista, que fue adoptada después de la Segunda Guerra Mundial. Estas modificaciones permitirán a la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón, entre otras cosas, reforzar las capacidades militares y las operaciones aéreas frente a una disputada región Indo-Pacífica con crecientes amenazas de China.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
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