Según medios del Reino Unido, el pasado 12 de octubre, la empresa española Navantia, a través de su filial británica “Navantia UK“, podría avanzar en la compra del astillero Harland & Wolff. Ambas compañías de construcciones navales forman parte del consorcio “Team Resolute“, el cual había sido adjudicado para la construcción de nuevos buques logísticos para la Real Flota Auxiliar del Reino Unido (RFA).

En noviembre del año 2022, el entonces secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, oficializó la elección del consorcio integrado por Harland & Wolff, BMT y Navantia UK para la construcción de tres nuevos buques logísticos para la RFA. Este programa, valorado en 1.600 millones de libras esterlinas, le permitirá a la Real Flota Auxiliar incrementar sus capacidades para el aprovisionamiento de buques de la Real Armada Británica.

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Más precisamente, los tres Buques de Suministro de Flota (FSS) se encargarán de suministrar provisiones sólidas y municiones a los buques de la Royal Navy desplegados en misiones en diversos puntos del globo. Con una eslora de 216 metros cada uno, serán los buques más largos de la flota británica, solo superados por los portaaviones de la clase “Queen Elizabeth”.

Tras la firma oficial de los acuerdos en enero del año pasado, el programa contribuirá a la Estrategia Nacional de Construcción Naval del Reino Unido, impulsando la modernización de instalaciones y la capacitación de trabajadores. La construcción de los bloques de los buques se llevará a cabo en los astilleros de Harland & Wolff en Belfast (Irlanda del Norte) y Appledore (oeste del Reino Unido), así como en el astillero de Navantia en Puerto Real (Cádiz), mientras que la integración de los buques y sus sistemas se realizará íntegramente en Belfast. Además, el consorcio invertirá 77 millones de libras en revitalizar infraestructuras de construcción naval en el país.

Sin embargo, tras el anuncio del 16 de septiembre, Harland & Wolff entró en un proceso de administración concursal debido a su dificultad para cerrar una ronda de financiación que mantuviera a la compañía a flote, lo que podría comprometer el proyecto multimillonario con Navantia para la construcción de los tres buques militares.

Ante la crisis que enfrenta la empresa y sin la intervención del gobierno del primer ministro Keir Starmer para su salvaguardia, el impacto para los astilleros de Navantia ubicados Cádiz podría ser severo, ya que se trata de un acuerdo valorado en aproximadamente 2.000 millones de euros, con una carga de trabajo prevista para 1.600 personas. Además, según el contrato, el corte de las lanchas de acero naval de los tres buques se realizaría en el astillero de Puerto Real.

En este contexto, Navantia ha declarado que, para continuar con el proyecto y cumplir con los plazos, podría explorar alternativas para salvaguardar el contrato. Siendo Navantia UK la líder del proyecto, y con el astillero inglés como socio estratégico, podría asumir el control administrativo de los cuatro astilleros del consorcio y seguir buscando mientras tanto soluciones viables para su socio. Sin embargo, aún no ha habido confirmación oficial por parte del astillero español, ratificando que las fechas de inicio de las obras se mantendrán con la producción de los bloques programada para comenzar el próximo año y la entrada en servicio de los buques prevista para el año 2032.

Mientras tanto, Harland & Wolff negocia con sus acreedores, siendo su principal prestamista la firma estadounidense Riverstone Holdings, a la que debe al menos 128 millones de euros (107 millones de libras) en préstamos con altos intereses. En fin, medios españoles han indicado que Navantia y su filial ya han aprobado los mecanismos necesarios para garantizar el cumplimiento del contrato con el Ministerio de Defensa británico.

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