Durante el día de ayer el Ministro de Defensa de Francia, Sébastien Lecornu, anunció que la Dirección General de Armamento logró probar con éxito las primeras municiones merodeadoras producidas localmente, allanando el camino para una futura entrega a las Fuerzas Armadas de Ucrania como parte del apoyo a su defensa frente a la invasión rusa. Particularmente, se trata de los drones “Colibrí” (basados en los UAV UX11), los cuáles fueron diseñados en conjunto por las empresas KNDS y Delair.
Ahondando en algunos detalles, resulta útil recordar que el sistema en cuestión empezó a desarrollarse durante el 2023, esto gracias a un pedido adjudicado a KNDS por la Agencia Francesa de Innovación de Defensa. Por lo pronto, medios especializados como The Defense Post recogían las intenciones del gobierno francés de adquirir un total de 2.000 drones para fortalecer las capacidades de ataque de su artillería, donando a Ucrania las primeras 100 unidades producidas.
En términos de cualidades, los Colibrí se presentan como una herramienta especialmente efectiva para realizar ataques a corta distancia, considerando que puede ser rápidamente desplegado (en tan sólo 5 minutos) contra amenazas blindadas e infantería enemigas. Cada ejemplar cuenta con ojivas de fragmentación que pesan hasta medio kilo, mismas que pueden ser transportadas a una velocidad crucero cercana a los 54 km/h y a distancias estimadas en los 50 kilómetros según el fabricante, contando con una autonomía de hasta 45 minutos.
Otra de sus virtudes a resaltar reside en su sistema de comunicaciones, en tanto dispone de un sistema totalmente encriptado que le permite operar incluso en zonas donde el enemigo haya desplegado dispositivos de interferencia, e incluso, en condiciones climáticas adversas de lluvia y vientos de hasta 45 km/h). La cuestión no resulta menor, en tanto estos drones también pueden ser configurados para misiones de reconocimiento gracias a contar con sensores CMOS y una cámara que brinda imagenes con 21,4 megapíxeles de resolución en tiempo real.
Finalmente, cabe recordar que la futura entrega de un lote de municiones merodeadoras Colibrí por parte de Francia a las Fuerzas Armadas de Ucrania no sería la primera muestra de apoyo en materia de adquisición de este tipo de armamento, considerando que París invirtió más de 3.800 millones de euros en diversas iniciativas europeas que incluyeron el suministro de los mismos al esfuerzo de guerra ucraniano. Esto se vio complementado con la entrega de otros equipos, tal y como es el caso de los obuses autopropulsados CAESAR, los blindados AMX-10 y misiles Mistral, entre otros elementos.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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