El Estado Mayor Central (EMC), conocido como frente Carlos Patiño, una facción disidente de la guerrilla de las FARC, realizó un anuncio en redes sociales en el cual amenazaba la Cumbre de Biodiversidad (COP16), principal evento del actual gobierno de Colombia, con el siguiente mensaje: “Ante la guerra con que se responde a nuestra muestra de voluntad de paz por COP16, invitamos a los delegados de la comunidad nacional e internacional a abstenerse de asistir a este evento”. Muchos pensamos que era una respuesta clara a la Operación Perseo, que marcó un cambio en la pasividad de la actual administración frente a la delincuencia.
Gran sorpresa nos causó la acción del presidente al ordenar una operación militar de forma inmediata. Aunque por los medios destinados en esta ocasión se puede intuir que la operación ya estaba en curso y solo faltaba la aprobación presidencial. Así, el sábado en la madrugada se inició la operación Perseo, en referencia al héroe griego que decapitó a Medusa, como si este ser mitológico fuera el que convertía en piedra a los habitantes de Argelia, Balboa, El Bordo, López de Micay, El Tambo, Guapi y Timbiquí.
El principal objetivo de la operación es El Plateado, capital no oficial del grupo delictivo. Se trata de un corregimiento del municipio de Argelia, en el departamento del Cauca, con unos 8.000 habitantes, donde los integrantes del EMC hacen presencia permanente. Está situado en el mítico cañón del Micay, una zona emblemática de la lucha irregular, cuya geografía agreste, con grandes diferencias de altura y un clima insalubre, ha facilitado la existencia de grupos ilegales. La combinación de abandono estatal y falta de inversión social ha hecho de esta área un caldo de cultivo para el narcotráfico y otros delitos.
Recientemente, el grupo irregular llevó a cabo una campaña de terror que incluyó robos a bancos, atentados con explosivos y hostigamientos a las fuerzas oficiales en Suárez, Corinto y Argelia, acciones que finalmente fueron respondidas con un golpe de fuerza. Aunque no es la primera intervención en la historia de la región, sí es la primera bajo el gobierno de Petro. Se enviaron un total de 1.400 soldados profesionales y de fuerzas especiales a la zona, transportados en helicópteros y vehículos de todo tipo, para ejercer control en la región.
La operación comenzó en la madrugada del sábado con un objetivo militar claro e inicial: “lograr la recuperación total del corregimiento de El Plateado, municipio de Argelia, en el sur del Cauca, y con ello rescatar a su población del accionar criminal de las estructuras residuales”. Para ello, se desplegaron aeronaves, artillería y blindados. Con el inicio de la ofensiva se produjeron los primeros enfrentamientos, con hostigamientos en las vías y la activación de artefactos explosivos improvisados, que causaron las primeras bajas entre las tropas.
Simultáneamente a la inserción de tropas, se publicó una lista de los cabecillas más buscados del grupo armado, ofreciendo recompensas de hasta 200 millones de pesos por su captura. El 12 de octubre, en horas de la mañana, los insurgentes se retiraron de El Plateado sin presentar combate, principalmente ante la llegada de tropas helitransportadas que se desplegaron alrededor del municipio.
En la tarde del sábado, las unidades de caballería del Ejército de Colombia hicieron su aparición a bordo de vehículos blindados M1117 Guardian con camuflaje de patrón de montaña, y por lo menos un vehículo Titan, fabricado en Colombia. Sin embargo, fue desconcertante observar, como sigue ocurriendo en este punto del conflicto, soldados transportados en camiones de estacas sin protección.
El despliegue aéreo estuvo encabezado por helicópteros UH-60 Black Hawk del Ejército, aunque también se observaron un Mil Mi-17 y varios UH-1, que realizaron desembarcos en zonas estratégicas del cañón del Micay y ametrallaron presuntos focos terroristas. El apoyo artillero fue liderado por un obús Santa Bárbara de 155 mm, ya presente en el departamento, y por algunas piezas de 105 mm, cuyo modelo no fue especificado, además de morteros de 120 mm y 80 mm.
Hasta el momento, en las operaciones militares se ha informado de la afectación de dos blindados M1117 por IED (artefactos explosivos improvisados), sin víctimas fatales ni heridos graves, lo que demuestra la fiabilidad de estos vehículos en zonas de conflicto de baja intensidad. Los daños fueron menores y podrán ser reparados por el Comando de Logística del Ejército. Además, se ha contabilizado cinco heridos entre las tropas, principalmente por campos minados y artefactos explosivos improvisados, y 14 civiles resultaron heridos en un atentado terrorista.
La respuesta del grupo criminal incluyó la instalación de minas antipersonales, el ataque con drones explosivos e incluso el intento de utilizar niños para el transporte de explosivos. Sin embargo, todas estas acciones resultaron inútiles y las tropas han retomado el control. Honor y gloria.
Tal vez te interese El Ejército Colombiano despliega por primera vez a sus VCBR 8×8 LAV III en el Valle del Cauca para tareas de lucha contra insurgencia