En virtud de la Reunión y Exposición Anual de la Asociación del Ejército de Estados Unidos (AUSA) en Washington D.C, el pasado 14 octubre la compañía italiana Leonardo develó su nuevo sistema de interferencia electrónica denominado “BriteStorm”. Esta novedad, basada en la tecnología digital de radiofrecuencia (DRFM) ha sido diseñada para suprimir defensas aéreas enemigas. Entre sus características resalta su diseño pequeño y liguero. Su versión estándar incluye una antena específica para cada plataforma, módulos de transmisión y recepción, y el generador de técnicas en miniatura de Leonardo, lo que facilita su integración.
En efecto, entre sus capacidades, la carga puede volar por delante de fuerzas aéreas enemigas a bordo de vehículos aéreos no tripulados (UAV), además esta equipada de “stand-in jamming” o lo que en español conocemos como “interferencia en espera”. Esta capacidad de Airborne Electronic Warfare (guerra electrónica aereotrasnportada) opera “desplegada por delante de la fuerza principal, para emitir interferencias de alta potencia contra un amplio espectro de amenazas”.
Asimismo, BriteStorm permitiría a las fuerzas operar desde las profundidades del territorio enemigo, incluyendo áreas resguardadas por los Sistemas Integrados de Defensa Antiaérea (IADS), ya que degradaría el sistema, reduciría su capacidad para detectar y fijar otras plataformas, protegería a las fuerzas aliadas y facilitaría su misión.
Cabe destacar, que la tecnología de memoria digital (DRFM) de la que esta dotada la carga, es utilizada en su contramedida también desarrollada por la compañía Leonardo. La llamada “BriteCloud” opera para perturbar los sistemas de guiado por radar de misiles y es, hasta ahora, la única que ha demostrado su eficacia en pruebas reales. Por otro lado, BriteStorm ha sido creada para confundir y suprimir los radares de vigilancia terrestres, impidiendo que el enemigo rastree y ataque a las fuerzas amigas.
Por consiguiente, el nuevo sistema de interferencia ya ha sido probado en vuelos con éxito en colaboración con la Oficina de Capacidades Rápidas de la Real Fuerza Aérea británica (RAF RCO) para poner a prueba su competencia adquiriendo cargas útiles. Esto ha permitido dilucidar que sus efectos, dependiendo de la situación, rondan desde bombardear el sistema enemigo con ruido electrónico hasta técnicas más sofisticadas como la creación de docenas de firmas de aviones de combate «fantasma» realistas, confundiendo y desviando la respuesta enemiga.
En fin, siendo desarrollada en la base de investigación y fabricación en Luton, Reino Unido, el comunicado de prensa de la compañía comentó que además del Ministerio de Defensa del Reino Unidos considera un potencial cliente al Departamento de Defensa de Estados Unidos, añadiendo que espera clientes de Europa, Oriente Medio y Asia-Pacifico.
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