En el marco de la “Operación Atalanta” de la Unión Europea, la fragata Santa María (F-81) de la Armada Española ha participado en ejercicios con el patrullero Shujaa de la Marina de Kenia en aguas del océano Índico. La presencia española en estas aguas tiene como objetivo principal apoyar al combate contra la piratería que amenaza la seguridad marítima frente a las costas de Somalia.
La Operación Atalanta es una misión militar de la Unión Europea lanzada en 2008 para proteger los buques que transportan ayuda humanitaria del Programa Mundial de Alimentos de la ONU y combatir la piratería en el Golfo de Adén y el océano Índico. La operación también busca prevenir y reprimir actos ilícitos y robos tras haber registrado ese mismo año 134 ataques y 40 secuestros de navíos. Consecuentemente, la protección a los pesqueros para que puedan faenar sin peligro en aquellas aguas se convirtió en un objetivo clave de la Operación.
En este contexto, desde el 21 de junio del presente año, el Cuartel General Operacional, con asiento en la Base Naval Rota, ha asumido el mando de la Fuerza Naval Europea (EUNAVFOR), relevando a Italia. La aportación de España incluye la participación de más de 350 militares y disponiendo de entre cuatro y siete buques y entre dos y cuatro aviones de patrulla marítima. De ahi que, tras cinco meses de despliegue, la fragata Santa María relevó a la fragata Numancia el 16 de octubre.
Durante su estancia en la región, en esta oportunidad, la fragata participó en diversas operaciones conjuntas con la Marina de Kenia, incluyendo simulaciones de ataques asimétricos, procedimientos de protección del buque y patrulla, y ejercicios de formaciones coordinadas. Además, se llevaron a cabo intercambios de personal, donde la fragata de la Armada española recibió a bordo a tres militares del Shujaa y un oficial de la fragata se embarcó en el patrullero.
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