En el marco de la Estrategia del Ártico 2024 elaborada por el Pentágono, la Armada de EE.UU. ha desplegado el 21 de octubre a los destructores del Grupo de Ataque del portaaviones USS Harry S. Truman (HSTCSG) en el Mar de Barents, mismo que se encuentra cercano a la región tras participar del ejercicio Strike Warrior junto con buques de la Real Armada Británica. Según fue recogido por el Comando Europeo de los EE.UU., se trató de un despliegue rutinario en aguas internacionales, el cuál involucró a dos naves clase Arleigh Burke, a saber: el USS Jason Dunham (DDG 109) y el USS Stout (DDG 55).
Al respecto el contralmirante Sean Bailey, comandante del HSTCSG, declaró: “Nuestra capacidad para llevar a cabo operaciones sostenidas en la desafiante región del Ártico es fundamental para mantener una presencia global reforzada (…) Stout y Jason Dunham ingresaron al mar de Barents para fortalecer la conciencia situacional de la Armada de los EE. UU. en el austero entorno del Ártico y subrayar nuestro compromiso de preservar un Ártico libre y abierto.“
Por su parte el comandante Aaron Jefferson III, oficial al mando del USS Jason Dunham (DDG 109), afirmaba: “El mar de Barents es un entorno excepcionalmente único y dinámico, y presenta una gran oportunidad para que el Jason Dunham refuerce nuestra preparación para la guerra en el Ártico (…) Nuestra capacidad para operar con confianza en cualquier condición en todo el dominio marítimo es crucial para nuestra misión y demuestra la determinación de la Armada hacia nuestros aliados.“
Resulta útil resaltar en este punto que el Ártico se esta convirtiendo lentamente en un nuevo escenario de tensiones geopolíticas, considerando que el calentamiento global está reduciendo paulatinamente la superficie del hielo, derivando ello en potenciales nuevas actividades para los países de la región; tal y como es el caso de la investigación científica y la apertura de nuevas rutas marítimas. La cuestión no es menor en absoluto, considerando que ya son varias las naciones que comienzan a delinear estrategias y adquisiciones con vistas puestas en ese escenario, un ejemplo ilustrativo se halla en Canadá y la compra de 12 nuevos submarinos de ataque.
Siguendo esa línea, ha de destacarse también que este no es el primer despliegue de destructores estadounidenses en el Mar de Barents realizado en los últimos años, considerando que ya en el año 2020 se supo llevar a cabo una actividad similar con la Royal Navy. Particularmente, la Armada de EE.UU. desplegó un grupo de tres buques de la propia clase Arleigh Burke, los cuáles trabajaron en conjunto con la fragata británica HMS Kent.
Finalmente, haciendo alusión de los elementos que conforman el Grupo de Ataque del portaaviones Harry S. Truman, cabe destacar que este dispone de nueve escuadrones de aeronaves F/A-18 Super Hornet y a un E/A-18G Growler embarcadas, a lo que ha de sumarse el Destroyer Squadron (DESRON) 28 y los dos destructores antes mencionados junto al crucero clase Ticonderoga USS Gettysburg (CG 64). Para el despliegue en el Strike Warrior 2024, estos se unieron a las fragatas Tipo 23 británicas HMS Portland y HMS Iron Duke, como así también al destructor Tipo 45 HMS Dauntless y un submarino clase Astute; todos ellos liderados por el portaaviones HMS Prince of Wales y sus cazas F-35B. También participaron del mismo un amplio abanico de buques procedentes de Noruega, Dinamarca, Bélgica, Alemania, Portugal.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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