La Armada de Estados Unidos (US Navy) comunicó el pasado jueves que doce destructores de misiles guiados de la clase Arleigh Burke Flight I permanecerán en servicio más allá de su vida útil proyectada originalmente. La decisión fue tomada en base a una “evaluación casco por casco de la condición del material del buque, la capacidad de combate, la viabilidad técnica y los requisitos de mantenimiento del ciclo de vida”.
Según la Armada de EE.UU., se propuso la financiación de esta extensión de tiempo en la solicitud de presupuesto para el año fiscal 26, actualizando también el plan de construcción naval. Dependiendo del buque, las prórrogas de vida útil de los destructores oscilan entre uno y cinco años, aunque el comunicado de prensa destaca que “se traducirá en 48 años adicionales de vida útil acumulada del buque en el período de 2028 a 2035”.
En este sentido, los cálculos fueron los siguientes: prórrogas de tres años para el USS Barry (DDG-52) y el USS The Sullivans (DDG-68); prórrogas de un año para el USS Carney (DDG-64) y el USS Stethem (DDG-63); y prórrogas de cinco años cada uno para los ocho destructores restantes, a saber: el USS Gonzalez (DDG-66), el USS Cole (DDG-67), el USS John Paul Jones (DDG-53), el USS Paul Hamilton (DDG-60), el USS Curtis Wilbur (DDG-54), el USS Laboon (DDG-58), el USS John S. McCain (DDG-56) y el USS Stout (DDG-55).
Cabe recordar que en agosto de 2023, la Armada estadounidense comunicó que ampliaría la vida útil de cuatro destructores de Flight I: el USS Milius (DDG-69) y USS Mitscher (DDG-57) cada uno por cuatro años, mientras que el USS Benfold (DDG-65) y USS Ramage (DDG-61) por cinco años. Ahora se sumarán los 12 buques recientemente mencionados, con el objetivo central de ampliar los 35 años que cada buque clase Arleigh Burke tenía programado permanecer en la flota.
Uno de los destructores Flight I a los que la Armada no ha optado por extender la vida útil es el USS Fitzgerald (DDG-62), debido a la colisión mortal en la que se vio involucrado en 2017 contra un portacontenedores frente a la costa de Japón. En este incidente, siete marineros estadounidenses perdieron la vida.
En la actualidad, la Armada estima un costo total estimado de 1.300 millones de dólares en todo el año fiscal 2026, y 6.000 millones de dólares en 15 años para este programa, costando 139,6 millones de dólares por buque al año. Sin embargo, deben tenerse en cuenta las próximas elecciones en Estados Unidos y si, en caso de un cambio de gobierno, se continuará con el plan de puesta a punto de su vida útil.
Además, EE.UU. se encontraba priorizando el programa “Next Generation Air Dominance”, también conocido como NGAD, dejando de lado el programa DDG(X): la clase de destructores que vendrían a reemplazar a los Arleigh Burke Flight III. Según un informe de 2022 de la Oficina Presupuestaria del Congreso, los cascos de los DDG(X) podrían costar hasta 3.400 millones de dólares cada uno, por lo que extender la vida útil de los actuales destructores es, sin duda, una opción viable para equilibrar el presupuesto.
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