En el curso de esta semana, la Armada de EE.UU. anunció que extenderá la vida útil de tres de sus antiguos cruceros de misiles guiados clase Ticonderoga, a saber: el USS Cape St. George (CG-71), el USS Gettysburg (CG-64) y el USS Chosin (CG-65). La novedad se desprende de un comunicado oficial emitido por el Secretario de la Marina, Carlos del Toro, quién afirmó que de este modo los buques agregarán otros diez años a su vida útil acumulada desde el año fiscal 2026 al 2029.
Resulta útil mencionar, que la Armada de EE.UU. prevé que esto sea posible gracias a un amplio trabajo de modernización del casco de cada barco, agregando también actualizaciones del equipo mecánico de los mismos. Según fue afirmado por la propia fuerza, los cruceros USS Gettysburg (CG-64) y USS Chosin (CG-65) ya han sido sometidos a dicha labor, culminando las mismas en 2023 y 2024 respectivamente; a pesar de que se avanzaba en su retiro para 2027. Por su parte, el proceso de modernización para el USS Cape St. George (CG-71) aún esta en proceso de ser finalizado en los astilleros de BAE Systems en Virginia, siendo los planes de la US Navy que ello ocurra dentro de este año fiscal.
En esa línea, cabe recordar que los tres buques mencionados son los únicos que han logrado superar con éxito el programa de modernización de la clase Ticonderoga emprendido por la Armada estadounidense en la década pasada, cuyo objetivo principal era lograr sostener en el servicio activo a 11 de los 22 cruceros disponibles con vistas hacia el 2030. Como puede inferirse, ocho de estos buques seleccionados para el programa han enfrentado desafíos técnicos y presupuestarios demasiado grandes para ser superados, derivando en que desde la fuerza se comience a retirarlos; el USS Vicksburg (retirado a fines de junio) y el USS Cowpens (retirado a fines de agosto) son ejemplos ilustrativos de ello.
Refiriendose a la cuestión, el Secretario Carlos del Toro afirmaba: “Después de aprender duras lecciones del programa de modernización de cruceros, solo estamos ampliando los barcos que han completado la modernización y tienen la preparación material necesaria para continuar avanzando en la misión de nuestra Armada.” Aquellas duras lecciones a las que se hace referencia, implicaron un coste cercano a los mil millones de dólares, enfrentando a su vez a la US Navy con el Congreso de los EE.UU. por sus diferencias respecto del destino de las naves.
Finalmente, ha de considerarse que pocos días antes del anuncio en cuestión, la Armada de EE.UU. había dado a conocer sus intenciones de modernizar una flota de 12 destructores de misiles guiados clase Arleigh Burke a fines de extender su vida útil; pertenenciendo los ejemplares a la variante más antigua conocida como Flight I. La autorización para obtener los fondos necesarios para avanzar en esta empresa ya fueron solicitados, buscando que se destinen unos 1.300 millones de dólares dentro del presupuesto para el año fiscal 2026, al que se le sumarían otros 4.700 millones para completar el programa.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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