A lo largo de los últimos meses, junto con anuncios oficiales de alto nivel, Perú ha emprendido el largo y arduo camino para la selección y compra de una nueva flota de cazas multirol para su Fuerza Aérea. La decisión oficial, manifestada tanto por el Ministerio de Defensa como por los altos mandos de la institución, busca renovar la actual flota de aviones de combate del país, compuesta por los Mirage 2000P y MiG-29, que ya acumulan décadas de servicio. En una entrevista concedida a Zona Militar, el Comandante de la FAP, General del Aire Carlos Enrique Chávez Cateriano, brindó un panorama completo del proceso de selección, en el que abordó no solo aspectos técnicos, sino también cuestiones financieras, económicas, apoyos a nivel político y los plazos para cumplir el objetivo de incorporar un nuevo sistema de armas para defender los cielos peruanos.

Una compra sin intermediarios

En primer lugar, y como se ha señalado oficialmente, el Jefe de la FAP destacó que la institución buscará los más altos niveles de transparencia durante el proceso de evaluación, licitación internacional y selección, en consonancia con la decisión de la Fuerza Aérea del Perú de no emplear intermediarios, “facilitadores o ‘tercerizadores’”. Las negociaciones se están llevando a cabo directamente con las empresas que han presentado sus propuestas preliminares.

Tres propuestas: estadounidense, francesa y sueca

Actualmente, tras un proceso de 12 años que no ha estado exento de idas y vueltas, en un contexto de agitación política en el país, la Fuerza Aérea del Perú ha reducido a tres los candidatos principales para la selección de su futuro caza multirol.

“Al inicio del proceso, teníamos una lista de once modelos de distintos fabricantes en diversas gamas. Después, priorizamos y refinamos el estudio, eliminando aquellos sistemas extremadamente costosos, sin soporte técnico postventa o provenientes de países bajo sanciones económicas, lo cual hacía que el producto no ofreciera la confiabilidad que buscamos. Finalmente, nos hemos quedado con tres modelos: uno sueco, uno estadounidense y uno francés”, detalló el Comandante de la FAP.

De acuerdo con sus declaraciones, los modelos en cuestión son el F-16 Block 70 de la estadounidense Lockheed Martin, el Rafale de la francesa Dassault Aviation y el Gripen de la sueca Saab. Cada propuesta, aún preliminar, se enfoca en la adquisición de aviones nuevos que garanticen operatividad durante las próximas décadas, similar a lo realizado en los años 80, cuando Perú eligió y compró los Mirage 2000.

El año 2025 como fecha de selección

Antes de avanzar en cualquier tipo de selección, la Fuerza Aérea del Perú y el Ministerio de Defensa tienen claro que se requiere apoyo político para obtener los recursos necesarios y avanzar en una licitación internacional. Para brindar más detalles, el Comandante de la FAP explicó: “Después de que se apruebe el endeudamiento de 2025, la última semana de este mes de noviembre, viene el siguiente paso, que es la concertación entre el Ministerio de Economía y otros ministerios, lo cual se realizará en el primer trimestre del próximo año. Luego de que se valide el requerimiento de la Fuerza Aérea -aproximadamente en marzo-, se iniciará el proceso formal de convocatoria a los oferentes, lo cual tomará unas semanas adicionales porque hay información clasificada de los fabricantes que no está en el estudio inicial”.

En relación con esto último, y como fue señalado en publicaciones anteriores de Zona Militar, el gobierno peruano está gestionando un crédito de 7,580 millones de soles ante el Banco de la Nación en el marco de la Ley de Endeudamiento para el Año Fiscal 2025, con el fin de impulsar la renovación tecnológica de la FAP. Este préstamo, que al tipo de cambio actual equivale a poco más de 2 mil millones de dólares, permitirá ejecutar la fase I del Proyecto de Inversión de Adquisición de la FAP, que incluye un lote inicial de 12 de los 24 cazabombarderos previstos.

Armamento y compensaciones industriales (offset)

Uno de los aspectos más importantes revelados en la entrevista fue la confirmación de que el paquete de armamento para las aeronaves será gestionado y negociado en un contrato separado. Aunque el Comandante de la FAP señaló que, en sus propuestas preliminares, las empresas ofrecen paquetes de armamento, es necesario contextualizar que este tipo de adquisiciones también requiere autorizaciones por parte de los gobiernos y organismos de los países fabricantes.

Esto aplica también a la transferencia de tecnologías y capacidades industriales. Desde la FAP se destacó que el país tiene experiencia y capacidades para la fabricación de componentes de aeronaves. Un ejemplo es el SEMAN, que ha alcanzado acuerdos recientes con la surcoreana KAI para la fabricación de componentes para el caza ligero FA-50, al igual que en el pasado se coprodujo el KAI KT-1P Torito, empleado por la Fuerza Aérea del Perú para la formación y entrenamiento de pilotos.

Respecto al requerimiento institucional, la FAP ha dejado claro a los oferentes, que competirán en la futura licitación internacional de 2025, que “… a los tres ofertantes les hemos informado que el offset directo debe estar incluido en el precio de la aeronave. Por otra parte, el offset que más nos interesa es el indirecto, para hacer la compra atractiva para otros sectores del Estado, y que está destinado a mejorar las capacidades industriales del país en sectores diferentes al de la Defensa. Precisamente esos aspectos fueron de gran interés en el Consejo de Ministros, y por ello el proyecto fue aprobado por unanimidad. Tenemos varias propuestas en áreas como educación, vivienda y conectividad en zonas alejadas, entre otras“.

*Fotografías empleadas a modo de ilustración.

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