Teniendo como marco el Zhuhai Airshow, que se celebrará entre el 12 y el 17 de noviembre en China, ejecutivos de la United Aircraft Corporation (UAC) han anunciado que la empresa está lista para producir y ofrecer la versión de exportación del caza furtivo Su-57, que actualmente equipa a las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, a socios extranjeros. No es una novedad que, en los últimos meses, como parte de diversas iniciativas, Rostec ha estado promocionando la aeronave en varios mercados, tal como se evidenció en la exhibición celebrada recientemente en Egipto.
Al respecto, en declaraciones oficiales realizadas por la UAC, esta indicó lo siguiente: “La UAC está incrementando constantemente los volúmenes de producción del Su-57 y la Corporación está lista para ofrecer este avión a sus socios extranjeros. La presencia de un caza de quinta generación en Rusia es un indicador de soberanía tecnológica y del alto nivel de ciencia y tecnología del país. Es simbólico que, hace exactamente 10 años, el Su-35 se presentara en esta misma exhibición [Airshow China en Zhuhai]. Desde entonces, el avión ha encontrado clientes en muchos países alrededor del mundo”.
Las declaraciones enunciadas en el Zhuhai Airshow han sido acompañadas de importantes esfuerzos, como el envío de dos aviones furtivos Sukhoi Su-57 a China. Uno de ellos estará realizando una serie de exhibiciones aéreas, de las cuales ya se han comenzado a viralizar imágenes y videos, mientras que el segundo arribó días atrás para formar parte de exhibiciones estáticas.
En cuanto a estas dos aeronaves, se ha confirmado que se trata de dos de los prototipos del programa Su-57 (conocido originalmente como “T-50 PAK-FA”), específicamente el T-50-4 “054 Blue” y el T-50-7 “057 Blue”.
Sin embargo, más allá de las declaraciones oficiales y los esfuerzos, la realidad muestra, al compararlo con sus homólogos occidentales y chinos, que la cadencia de producción del nuevo Su-57 para equipar a las Fuerzas Aeroespaciales Rusas sigue siendo baja. Diversos reportes indican que, sumando tanto los prototipos como las unidades de preproducción, las entregas fijadas por la UAC alcanzarían la treintena de ejemplares.
Para ponerlo en contexto, si se compara con el F-35 de los Estados Unidos y el J-20 de China, en el caso del primero, Lockheed Martin superó en 2024 los mil ejemplares producidos, sumando sus tres versiones (A, B y C), mientras que en el caso del avión furtivo de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación, ya se contaría con 300 unidades fabricadas.
Esta realidad contrasta con los anuncios formulados por los ejecutivos de la UAC, quienes, sin mencionar directamente la situación, la han reconocido de forma implícita. Recientemente, desde la empresa rusa confirmaron los esfuerzos para incrementar la producción de sus aeronaves de combate. En el caso particular del Su-57, nuevas instalaciones han sido inauguradas en la planta de aviación Komsomolsk-on-Amur, que incluyen nuevos “edificios para la prueba del sistema de combustible, así como la finalización de la primera fase de construcción de un hangar para la prueba de los equipos radioelectrónicos a bordo (BREO), con el fin de escalar la producción en serie de aviones”, según se desprende de un comunicado de finales de agosto.
Si bien no se cuenta con más información, la baja cadencia de producción de los Su-57 podría deberse a la falta de componentes críticos, una situación que sería resultado de las sanciones impuestas por Occidente. Esta hipótesis, planteada por varios analistas, habría agravado los problemas en la línea de producción, que no ha logrado avanzar conforme a los hitos informados oportunamente por el Ministerio de Defensa ruso.
*Créditos de fotografiáis a quien corresponda.
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