Los planes de modernización de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda avanzan con la recepción de su cuarto C-130J-30 Super Hércules a principios de mes. Siguiendo lo anunciado por la Cartera de Defensa de Nueva Zelanda, queda ahora a la espera del quinto y último avión de la nueva flota fabricado por Lockheed Martin en los Estados Unidos, con esperanzas de arribar al país a finales de este año.
Así lo confirman las declaraciones de Sarah Minson, Subsecretaria de Suministro de Capacidades del Ministerio de Defensa: “Desde el primer día, los tres primeros Hércules nuevos se han puesto a trabajar, trasladando carga y personal por Nueva Zelanda y el Pacífico Sur. A finales de año, los cinco nuevos aviones de la flota habrán aterrizado en Nueva Zelanda, y varios de ellos llevarán a cabo misiones en la Antártida, transportando personas y equipos durante el verano para el programa antártico del Gobierno”.
Cabe recordar que los planes de renovación de la flota de C-130H Hércules, constituida para operaciones tácticas de transporte aéreo, se anunciaron en el año 2020 por el entonces ministro de Defensa, Ron Mark. Entre las razones se listaba la antigüedad de la flota Legacy de Hércules, donde tres de los aviones C-130 fueron incorporados en 1965, y los otros dos de 1969, y aunque habían sido actualizados a lo largo de los años, contaban con fallas frecuentes que obstaculizaron ciertas misiones de alto perfil.
Adquiridos a través de un programa de Ventas Militares Extranjeras del Gobierno de Estados Unidos (FMS), la flota de cinco C-130J-30 Super Hércules fue seleccionada para realizar operaciones en Nueva Zelanda, el Pacífico Sur y la Antártida. Conforme las aeronaves de nueva factura salían de planta de producción de Lockheed Martin, los cronogramas de entrega se cumplieron: el primero de ellos fue entregado en septiembre, y los dos siguientes en octubre.
En cuanto a la cuarta aeronave, matricula NZ7014, arribó a finales de octubre a la Base Aérea Auckland, proveniente de la Base Aérea Dobbins de la Guardia Aérea Nacional del Estado de Georgia. A lo largo de su de 14.000 kilómetros, la aeronave realizó escalas en California, Hawái y Samoa Americana, antes de tocar por primera vez suelo neozelandés.
Esta “nueva era” para las capacidades de transporte aéreo táctico neozelandesas, en palabras de Lockheed Martin, promete un mayor apoyo para el país. Más aún, considerando que las actuales adquisiciones son una versión mejorada de fuselaje alargado y el uso de estas aeronaves en vuelos a la Antártida.
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