Avanzando en la obtención de nuevas fragatas multipropósito, la Real Armada Australiana (RAN) ha elegido a las propuestas del astillero alemán TKMS y del japonés MHI para competir en la fase final del programa, quedando así descartadas las propuestas de Corea del Sur y de España. Particularmente, se trata de un potencial contrato por casi 11 mil millones de dólares australianos, en el que se estipularía la construcción de hasta 11 buques destinados a reemplazar a la antigua clase ANZAC.
Ahondando en detalles, resulta útil recordar que serían los diseños MEKO A-200 y Mogami 30FFM (mejorado) aquellos presentados por TKMS y MHI respectivamente, mientras que aquellos modelos que finalmente no pasaron a la siguiente fase serían los Daegu (de la coreana Hanwha) y ALFA 3000 (de Navantia). Según recogen medios locales que han dado cuenta de la novedad, la Armada Australiana esperaría tomar una decisión final en el curso del próximo año, dando así luz verde para la fabricación de tres ejemplares del tipo seleccionado en el extranjero y el remanente de ocho unidades en territorio australiano; esto a través del astillero Henderson.
La competencia entre los astilleros alemanes y japoneses sería altamente reñida, aunque parecería deslizarse que sería la primera aquella con mayores posibilidades, considerando que presenta costos considerablemente menores en relación a la propuesta inicial de MHI y un diseño más familiar para los efectivos australianos en tanto se configura como una versión más moderna de las mencionadas ANZAC. Las MEKO A-200 presentarían a su vez un diseño modular que superaría sin problemas los requisitos de la RAN, siendo capaces de integrar el radar CEA y el sistema de combate 9LV.
Desde el lado japonés, analistas han resaltado las virtudes del nuevo diseño mejorado de las Mogami 30FFM por presentar mayores capacidades de combate antiaéreo y de almacenamiento de municiones en relación a su predecesor, destacando también por ser diseñada con el objetivo de contrarrestar específicamente la potencial amenaza de China; una cuestión no menor. En suma, a modo de endulzamiento del proyecto, los medios en cuestión detallan que desde Tokio se estaría impulsando una propuesta de compra por misiles de fabricación australiana en caso de ser seleccionado su candidato, aunque esto no ha podido ser confirmado de forma fehaciente.
Por lo pronto, las fuentes de la RAN citadas en forma anónima han manifestado que durante las próximas semanas la noticia sería dada a conocer de forma oficial por la fuerza, representando un importante hito de camino a las primeras entregas planificadas para 2029. De esta manera, Australia daría un nuevo paso hacia la conformación de una flota de mayor tamaño y capacidades de combate, en línea con las recomendaciones del equipo independiente conformado por la Revisión de la Estrategia de Defensa (DSR) en 2023 y los planes anunciados por el gobierno de Canberra anunciados en febrero de este año. El entonces primer ministro australiano Richard Marles afirmaba: “Es la flota más grande que tendremos desde el final de la Segunda Guerra Mundial”.
Finalmente, ha de resaltarse que para evitar caer en una brecha de capacidades entre el retiro de los antiguos buques y la incorporación del diseño que sea finalmente elegido, la Real Armada Australiana estaría planeando someter a trabajos de actualización a parte de su flota de ocho fragatas ANZAC para garantizar su continuidad operativa. En ese sentido se manifestó el contralmirante (retirado) Sanjoy Roye: “Durante la adquisición de estos barcos, un número a determinar de fragatas ANZAC serán sometidas a una actualización planificada del Programa de Garantía de Capacidad de Transición (TransCAP) para mejorar sus capacidades de guerra submarina y ataque multidominio.”
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo.
Te puede interesar: Australia confirma la compra a EE. UU. de misiles SM-2 IIIC y SM-6 para su flota de destructores, por más de 4.000 millones de dólares