Luego de haber sido derribado en el mes de octubre, Ucrania confirmó que un drone Sukhoi S-70 Okhotnik de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas contiene componentes tecnológicos producidos por empresas de Estados Unidos y Europa. Su hallazgo no solo llamó la atención por los elementos occidentales, sino porque se trata de uno de los nuevos vehículos aéreos de combate no tripulados (UCAV) más avanzados desarrollados por la industria aeroespacial rusa.
Tras un análisis realizado por autoridades ucranianas al S-70 derribado el 5 de octubre pasado por las fuerzas cerca de Kostyantynivka, una ciudad en la región de Donetsk, un informe señaló que la microelectrónica y otras piezas tecnológicas dentro del dron fabricado por Analog Devices, Texas Instruments y Xilinx-AMD, así como Infineon Technologies en Alemania y STMicroelectronics en Suiza. Este documento fue compartido por el gobierno de Ucrania al portal oficial donde fueron enlistadas estas empresas.
Según la Dirección de Inteligencia de Defensa de Ucrania (GUR), Rusia solo cuenta con cuatro drones S-70 los cuales son fabricados por la empresa Sukhoi y cuestan alrededor de USD 15 millones. Su diseño es similar al del drone estadounidense RQ-170 Sentinel de Lockheed Martin. El S-70, en desarrollo desde principios de la década de 2010, realizó su primer vuelo en 2019 y debutó en combate durante la guerra en Ucrania.
Este reciente hallazgo, señalan diversos medios, es el último de varios descubrimientos de componentes occidentales dentro de armas rusas, a pesar de las sanciones que buscan limitar el esfuerzo bélico de Moscú. Cómo ejemplo de esto, en total el GUR afirmó haber encontrado más de 4.000 componentes extranjeros en casi 150 armas rusas capturadas o recuperadas.
A pesar del encuentro sorpresivo de los elementos, todas las empresas entrevistadas involucradas afirmaron que desde el inicio de la guerra en Ucrania en 2022 han tomado medidas para evitar que sus tecnologías caigan en manos rusas, en cumplimiento de las sanciones y controles de exportación internacionales.
Por su parte, para ayudar a detener el flujo de tecnología militar a Rusia, las agencias del gobierno estadounidense han emitido sanciones contra cientos de empresas de todo el mundo que proporcionan tecnología a Rusia. El mes pasado, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a 275 personas y entidades “involucradas en el suministro a Rusia de tecnología y equipos avanzados que necesita desesperadamente para apoyar su maquinaria de guerra”, dijo el departamento en un comunicado de prensa.
Por último, en ese marco, según dijo en un entrevista al medio The War Zone el portavoz de la compañía Infineon, Andre Tauber, que un gran reto es controlar las ventas “durante toda la vida útil de un producto (Infineon produce unos 30.000 millones de chips al año). Tauber además agregó que Infineon “ha tomado amplias medidas para detener todos los envíos directos e indirectos a Rusia inmediatamente después del ataque ruso a Ucrania, independientemente de la posibilidad legal de continuar con ciertas transacciones. Como se decidió en marzo de 2022, Infineon posteriormente liquidó su entidad en Rusia”.
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