Este martes, la empresa alemana Thyssenkrupp Marine Systems (TKMS) ha llevado a cabo la puesta a flote del tercero y último de los nuevos submarinos de la clase Dolphin II: el INS Drakon. La ceremonia fue realizada en los astilleros que la compañía posee en la localidad teutona de Kiel, misma en la que también se ha realizado el lanzamiento del nuevo programa de submarinos para la Armada de Israel, contando con la presencia de importantes autoridades israelíes y germanas.

Rescatando algunas de las declaraciones realizadas por Oliver Burkhard, quién funge como director general de TKMS: “Con Israel compartimos una larga relación basada en la confianza y el respeto mutuo (…) Como potencia marítima, reunimos todo nuestro espectro de capacidades, desde la electrónica hasta el diseño y la integración de plataformas. El inicio de la producción de este submarino marca un nuevo capítulo en nuestra colaboración, fortaleciendo nuestra asociación con Israel y demostrando aún más la experiencia de clase mundial de nuestros equipos.

Cabe recordar, que la Armada de Israel dispone en la actualidad de tres submarinos Dolphin I, componiendo la flota los INS Dolphin, INS Leviatan e INA Tekumah. Un número idéntico de ejemplares compone la clase Dolphin II, siendo los INS Tanin e INS Rahav aquellos ya entregados, a falta del mencionado INS Drakon. En todos los casos, la fabricación de las unidades estuvo a cargo de TKMS, específicamente a través de su empresa subsidiaria Howaldtswerke-Deutsche Werft AG (HDW).

Recordando algunas de las cualidades de la clase Dolphin II, ha de destacarse que estos fueron diseñados con el foco puesto en misiones de vigilancia y de despliegue de fuerzas especiales, teniendo como principal entorno operativo las aguas del Mediterráneo. En relación a sus antecesores, los Dolphin II presentan un desplazamiento superior por unas 500 toneladas, esto en tanto integra una importante serie de mejoras. Entre ellas, ha de resaltarse un nuevo sistema de propulsión AIP que le brinda una mayor capacidad en términos de velocidad, autonomía y sigilo.

Finalmente, en lo que refiere a su armamento, los Dolphin II presentan una serie de cuatro tubos lanzatorpedos de 650 milimetros y otros seis tubos de 533 milimetros; siendo capaz de desplegar torpedos pesados guiados por cable, vehículos para operadores especiales y los misiles de crucero (SLCM) Popeye Turbo. Justamente estos últimos se constituyen como uno de los pilares de la red de disuasión nuclear de las que dispone Israel, siendo capaz dicho misil de portar una ojiva nuclear a distancias estimadas en los 1.500 kilómetros.

*Imagenes empleadas a modo ilustrativo

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