En una decisión que aumentó las tensiones con China, las Fuerzas Armadas de Filipinas han dado a conocer sus intenciones de avanzar en la compra del nuevo sistema de lanzamiento de misiles Typhon a los EE.UU., reforzando así sus capacidades de defensa costera y de ataque a mediano alcance. Se trata de sistemas con los que las tropas filipinas ya han podido familiarizarse, considerando que el Ejército estadounidense ya los ha desplegado en la isla en el marco de ejercicios bilaterales, llevados a cabo durante el mes de abril.
La novedad fue reportada originalmente en un informe del Financial Times, en el cuál se afirma que el secretario de defensa filipino, Gilberto Teodoro, tendría en la mira la adquisición de los sistemas Typhon; también conocidos como Mid-Range Capability (MRC). En caso de finalmente concretarse, el país se haría con un sistema capaz de alcanzar instalaciones del Gigánte Asiático, teniendo en cuenta que a través de estos lanzadores pueden desplegarse misiles de crucero Tomahawk y SM-6 con un alcance de hasta 2.500 kilómetros. De este modo, Filipinas contaría con un importante complemento para los misiles BrahMos de origen indio, especialmente diseñados para contrarrestar amenazas navales desde baterías costeras.
Cabe recordar también, que el Ejército de los EE.UU. se encuentra trabajando en una variante del sistema Typhon de tamaño reducido, justamente gracias a las lecciones aprendidas durante el despliegue del mismo en Filipinas. Si bien se desconocen cuáles serían las modificaciones que buscarían implementar a ciencia cierta, más allá de suposiciones iniciales respecto a la cantidad de misiles que podrían ser lanzados desde una batería y cambios en su plataforma de remolque (desde un camión HEMTT 8×8 a una de menor tamaño), esto podría representar un impulso aún mayor para la posible compra dado que reduciría sus costes de despliegue y los desafíos logísticos asociados a ello.
Frente a estas noticias la queja del gobierno chino no se hizo esperar, siendo a través del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian, que se manifestaran publicamente: “Filipinas, al introducir esta arma estratégica ofensiva, está permitiendo que un país ajeno a la región alimente las tensiones y el antagonismo (…) Semejante medida es provocadora y peligrosa, y es una elección extremadamente irresponsable para su propio pueblo y para los pueblos de todos los países del sudeste asiático.“
Finalmente, resulta menester traer a colación que desde el ámbito político las tensiones entre Filipinas y China han tenido otro episodio ríspido prácticamente a la par que el hasta ahora desarrollado, teniendo como foco las líneas de demarcación observables en mapas recientemente publicados por el primero de estos actores. Hablamos de un mapa publicado en el curso de la semana pasada, en el que se observó la inclusión de territorios disputados con el Gigante Asiático en el Mar de China Meridional en función de lo determinado por la corte de La Haya en 2016, provocando una respuesta idéntica de la contraparte.
*Imagenes empleadas a modo ilustrativo
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