En preparación para la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2024-2025, el rompehielos ARA “Almirante Irízar” de la Armada Argentina llevó a cabo cuatro días de pruebas intensivas en navegación, perfeccionando sistemas, adiestrando a su tripulación y evaluando su capacidad operativa.
Las actividades incluyeron ejercicios de lucha contra incendios, simulacros de rol de abandono y control de averías, junto con maniobras de cambio de sistemas de propulsión en navegación, pruebas de equipos electrónicos y operaciones con helicópteros. Todo esto bajo la supervisión de autoridades del Ministerio de Defensa y la Armada Argentina, entre ellos el Ministro de Defensa, Luis Alonso Petri, y altos mandos militares.
El Capitán de Navío Sebastián Alejandro Musa, comandante del rompehielos, destacó la importancia de estas pruebas: “Siempre es fundamental realizar una prueba de máquinas antes de emprender una operación de la magnitud de una Campaña Antártica, que involucra a 300 personas, dos helicópteros y numerosas tareas logísticas.”
Durante las maniobras, el buque partió desde la Dársena Norte del Puerto de Buenos Aires rumbo a una zona de operaciones frente a Mar del Plata, donde su profundidad permitió ejecutar ejercicios clave. Entre ellos, simulacros de emergencias y pruebas con un helicóptero Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval, encargado de ensayar despegues y aterrizajes en la cubierta del rompehielos.
Estas operaciones aéreas serán fundamentales durante la CAV, ya que los helicópteros transportarán hasta 2.700 kilos de carga en condiciones extremas de bajas temperaturas y vientos cambiantes. “La experiencia del personal es crucial para enfrentar las complejidades del clima antártico y su imprevisibilidad,” señaló el Capitán de Corbeta Juan Prados, comandante de la escuadrilla.
El viernes, las pruebas culminaron con la maniobra “crash stop”, diseñada para medir los tiempos de reacción de los sistemas al avanzar a toda máquina, frenar y retroceder. En paralelo, la tripulación —186 personas, incluidos cadetes de la Escuela Naval Militar— aprovechó para reforzar sus conocimientos en navegación y maniobras marítimas.
Con estas pruebas, el ARA “Almirante Irízar” se declara listo para zarpar rumbo al continente blanco, consolidando su rol clave en el abastecimiento de las bases antárticas argentinas.
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