Este viernes 29 de noviembre, Zona Militar presenció la ceremonia de incorporación del buque científico ROU 22 “Oyarvide” a la Armada Nacional de Uruguay. El buque, adquirido por el gobierno uruguayo en el año 2023 por un total de 3,5 millones de dólares, permitirá al país recuperar una capacidad perdida desde el año 2015.

Se trata sin dudas de un hito fundamental en la historia reciente de la Armada uruguaya, tal y como mencionó el Almirante Jorge Wilson Menendez, Comandante en Jefe de la Armada: “Para la Armada es esencial contar con este buque; hay tareas que el Oyarvide anterior no logró terminar y que nosotros necesitamos”. Añadió que “la Armada es la única que garantiza la presencia del Estado en el mar”, por lo que este buque cumplirá una función “muy importante”.

Luego de que la banda de la Armada entonara las estrofas del himno nacional del Uruguay, el Comandande de la Flota, Contralmirante Mario Diego Vizcay, felicitó al personal por su navegación y compromiso. “Es el objetivo buscado por la Armada Nacional para la recuperación de capacidades perdidas, para el desarrollo de las investigaciones científicas y para la presencia de la Armada en nuestra Zona Económica Exclusiva”. Culminó su discurso con unas simples, pero significativas, palabras para toda la tripulación: “Para ustedes, solo misión cumplida”.

El pasado y presente del ROU 22 Oyarvide

El pasado mes de septiembre, se realizó en Seattle, Estados Unidos, la ceremonia de transferencia y abanderamiento del ahora ROU 22 “Oyarvide”, anteriormente nombrado Mount Mitchell. No obstante, el buque fue inicialmente botado en el año 1967 y puesto al servicio de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, para luego ser irradiado de servicio en 1995 y comprado por la empresa de investigación marítima “Global Seas” en el año 2001.

En el año 2003 llegó a su puerto base en la ciudad de Seattle, EE.UU., donde cinco años después se le instalaron los sistemas de mapeo de alta resolución Konsgberg EM 120 y EM 170 para llevar a cabo tareas de mapeo del fondo marino. También se lo equipó con tanques de estabilización y calzos antivuelco, entre otras adiciones.

En la actualidad, se trata de “un medio para cubrir determinadas áreas”, en palabras de Wilson, ya que no cubre aquellas esenciales de la Armada. No obstante, para el Capitán de Fragata, Pablo Gimer, es “un barco por diseño construido para la investigación científica en alta mar, con capacidad para ir a la Antártida, desglosar estudios científicos, y realizar proyectos de la Armada u otros Ministerios, como el de Ambiente”.  

Las declaraciones de la ceremonia

Tal y como fue mencionado anteriormente, Zona Militar no solo tuvo la oportunidad de dialogar con el Comandante en Jefe de la Armada y el Comandande de la Flota, si no también con el primer Comandante del buque, el Capitán de Fragata Pablo Gimer.

“El Oyarvide es un barco que va a estar al servicio de toda la sociedad, o sea que todas aquellas instituciones que requieran una plataforma para ayudar en algún tipo de estudio en ambiente marítimo, el barco va a poder apoyarlas. Es un salto de calidad, porque el otro Oyarvide era un barco muy bueno, pero era remolcador. Este barco está diseñado exclusivamente para estudios científicos, con un laboratorio de última generación y sonares muy avanzados, que da una garantía de que los datos que se levanten sean válidos y muy buena información en general”, declaró el Capitán.

En torno a la operatividad del buque, comentó que saldrá a navegar el próximo 15 de diciembre. “Ya estamos trabajando con la puesta a punto del equipamiento científico con nuestros científicos de la armada, así que el barco ya está rodando, ya estamos trabajando en eso”, confirmó. Destacó también que posee “mucha capacidad modular”, lo que le permite llevar a cabo múltiples acciones como cargar pesos, contenedores, armarlo para cualquier tipo de maniobra, entre otras.

Consultado sobre el Oyarvide como complemento de la Armada, Gimer expresó: “El buque, aparte de ser uno científico, es un buque de la Armada. Naturalmente cuando estemos en altamar vamos a proteger nuestra soberanía, o la prevención de la contaminación, o el control de aguas jurisdiccionales. Es una doble función; no porque estemos dedicados al estudio científico vamos a dejar de proteger. El barco va a tener también esa tarea y también va a ser un complemento extra cuando lleguen las unidades de mayor porte”.

Por último, destacó la satisfacción de llegar a Uruguay, contemplando el duro trabajo y los días de viaje que implicó esta maniobra. “Fue un barco que hacía tiempo no navegaba y presentaba muchos desafíos. El hecho de llegar y poder estar en Uruguay con el barco y que todo haya salido bien, es toda una satisfacción”, concluyó Gimer.

Desde Zona Militar agradecemos a todo el personal de la Armada Nacional de Uruguay, al Capitán de Fragata Pablo Gimer, al Almirante Jorge Wilson, al Contralmirante Diego Vizcay, y a cada uno de los miembros que recibieron con hospitalidad a esta corresponsal.

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