El buque HMNZS Manawanui de la Real Armada de Nueva Zelanda, encalló en un arrecife en la zona sur de Samoa el pasado 5 de octubre, y declaraciones recientes afirman que fue debido a errores con el piloto automático. El hecho, que ocurrió mientras el buque hidrográfico realizaba operaciones de reconocimiento, constituyó un Tribunal de Investigación para esclarecer y determinar las causas del incidente, según el Jefe de la Armada, Contralmirante Garin Golding.
Para Golding, la causa directa fue una serie de errores humanos que impidieron que el piloto automático del buque se desconectara a tiempo. Técnicamente, la tripulación no se percató de que el HMNZS Manawanui seguía en piloto automático y, al creer erróneamente que la incapacidad para responder a los cambios de dirección se debía a un fallo en el control del propulsor, no realizaron la comprobación estándar para asegurarse de que el barco estaba bajo control manual. Como resultado, el buque mantuvo su rumbo hacia tierra hasta encallar.
Asimismo, el contralmirante Golding señaló que, además de la causa principal, se identificaron varios factores que contribuyeron al hundimiento del buque y que serán estudiados en detalle durante la segunda fase del Tribunal de Investigación. “Para ofrecer garantías inmediatas, hemos llevado a cabo una serie de auditorías en la Flota y hemos intentado aplicar las lecciones iniciales extraídas del informe provisional en materia de formación, gestión de riesgos y mejora de las órdenes, instrucciones y procedimientos pertinentes”, afirmó.
Cronología del accidente y actualidad
La cronología recopilada recalca que, alrededor de las 18.15 horas, la tripulación del HMNZS Manawanui intentó un giro rutinario a estribor dentro de la zona de prospección como parte de un viraje. Se intentó desviar del rumbo pero el buque no respondió como se pretendía. El buque poco después abandonó la zona de reconocimiento autorizada y, en un esfuerzo por detenerlo, se realizaron otras acciones que deberían haber provocado el frenado del buque.
No obstante, el Manawanui no redujo la velocidad ni se detuvo, por el contrario, comenzó a acelerar hacia el arrecife, encallando por primera vez alrededor de las 18.17 horas a una velocidad de más de 10 nudos. El buque recorrió entonces unos 635 metros antes de encallar. La incapacidad de girar el barco y detenerlo se atribuye a que el barco estaba en modo de piloto automático. Por ello el control total del sistema de propulsión del Manawanui no se recuperó hasta 10 minutos después, cuando se desconectó el piloto.
Por lo pronto, la investigación se está llevando a cabo con el apoyo de la Comisión de Investigación de Accidentes de Transporte, la Marina Real Australiana y las Fuerzas Aéreas Reales de Nueva Zelanda. Las pruebas fueron recogidas mediante entrevistas con la tripulación, testigos expertos y datos de las grabaciones del buque.
Mientras tanto, el contralmirante Golding aseguró a la población que “se aprenderá de esta situación” y que trabajará para recuperar la confianza de la ciudadanía. Afortunadamente, no se perdieron vidas en el incidente.
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