En virtud de los avances derivados del Memorando de Entendimiento firmado en 2022, la Armada Española ha confirmado la adquisición de 120 nuevos misiles antibuque NSM Blk-1A a ser fabricados por la empresa Kongsberg Defence & Aerospace (KDA) de Noruega. Estos misiles estarán destinados a equipar a las actuales fragatas F-100 y las futuras F-110, actualmente en construcción por Navantia.

Navantia

Este proceso se remonta a la decisión de reemplazar los misiles antibuque Harpoon que previamente equipaban estas unidades, considerando que estos alcanzarían el final de su vida útil en torno al año 2030. Desde entonces, las autoridades de la armada manifestaron su interés en llevar a cabo esta transición antes del retiro definitivo de los misiles antibuque de origen estadounidense.

En noviembre de 2023, el Consejo de Ministros de España autorizó formalmente la adquisición de los misiles NSM, citando razones de modernización, capacidad operativa y la necesidad de garantizar la disponibilidad de las fragatas para cumplir sus misiones. Inicialmente, se estimó un costo aproximado de 180 millones de euros; sin embargo, para diciembre de 2023, el contrato alcanzó un valor de 305 millones de euros. Este acuerdo marcó un hito, ya que se gestionó a través de la Agencia de Adquisiciones y Apoyo de la OTAN (NSPA), siendo la primera vez que esta institución administró un contrato de misiles con Kongsberg.

Armada Española

La elección de los misiles NSM por parte de la Armada Española se explica por sus avanzadas capacidades técnicas. Propulsados por un turborreactor Microturbo TRI 40, estos misiles pueden transportar una cabeza de guerra de 125 kg a una distancia de 150 kilómetros. Además, su diseño furtivo permite maniobras avanzadas como vuelo a ras del mar o tierra, sobrevuelo de obstáculos, y maniobras evasivas en su fase final, lo que dificulta las contramedidas de sistemas de defensa aérea. El sistema combina un sensor de imagen infrarroja con una base de datos a bordo para la adquisición, detección y reconocimiento de objetivos, navegando mediante sistemas GPS, inerciales y TERCOM.

El reciente acuerdo incluye una colaboración técnica e industrial entre Kongsberg y Navantia, cuyo objetivo es garantizar la máxima autonomía en el mantenimiento y disponibilidad operativa de estos misiles en España. Este esfuerzo contempla el desarrollo de capacidades industriales locales, permitiendo desde el mantenimiento básico de los sistemas embarcados hasta el desmontaje completo del misil para realizar su revisión general (o “overhaul“) cada 10 años.

Kongsberg 

Antes de implementar esta nueva capacidad, se llevará a cabo un análisis exhaustivo de las infraestructuras, capacidades instaladas y medios disponibles en la industria de defensa española, así como determinar las inversiones que se requieran para cumplir con los estándares de mantenimiento y operatividad establecidos en lo requisitos de la Armada Española y la empresa proveedora.

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